Es el regreso al cine después de ocho años de la directora argentina Julia Solomonoff, que había debutado en 2005 con Hermanas y que rodó en 2008 El último verano de la Boyita. Filmada en Estados Unidos y galardonada con el premio al mejor actor, Guillermo Pfening, del Festival de Tribeca, relata El cuento del inmigrante de forma atípica: en lugar de cumplir el sueño americano, a Nico, el viaje le sirve para descubrirse a sí mismo, para encontrar las verdaderas razones por las que dejó atrás Buenos Aires.

«La película explora los placeres de la anonimidad y la libertad en las grandes ciudades, pero también su reverso tenebroso: la soledad y el aislamiento de sentir que no se tienen raíces», explica la directora.