Es el primer largometraje del director y guionista Ari Aster, que se forjó en el corto con numerosas muestras de terror, y cuenta la historia de la familia Graham, un linaje que empieza a desmoronarse tras la muerte de la matriarca. Como consecuencia de su desaparición, Annie y su familia se ven hostigados por una presencia maligna que trae consigo una serie de sucesos inexplicables. Una de las más afectadas por la situación es su hija Charlie, una niña solitaria que apenas se relaciona con la gente que le rodea y que es consciente de que algo extraño está ocurriendo.

Al igual que en sus cortos, Aster apuesta por los rituales domésticos y las experiencias traumáticas en su debut cinematográfico: una aterradora historia sobre una familia y su lucha por impedir que fuerzas maléficas infiltren su descendencia.