Pretende ser un relato divertido y con corazón sobre el final de la adolescencia y la emoción de descubrirse a uno mismo y enamorarse y es la historia de amor, un poco más complicada de lo normal, de Simon Spier, un muchacho de 17 años que todavía no le ha dicho a su familia ni a sus amigos que es homosexual, y tampoco conoce la verdadera identidad del anónimo compañero de clase del que se ha enamorado por Internet. La resolución de ambos problemas quiere ser hilarante, terrorífica y capaz de cambiarle la vida a cualquiera. Se trata de la tercera película de Greg Berganti, realizador que debutó en 2000 con El Club de los Corazones rotos y que dirigió en 2010 Como la vida misma.

En Con amor, Simon Spier inicia un flirteo secreto por correo electrónico con otro compañero de clase igualmente clandestino. Pero cuando uno de sus mensajes cae en unas manos en que no debe, el secreto de Simon está en peligro de hacerse público.

Adaptada de la novela juvenil de Becky Albertalli Yo, Simon, homo sapiens, publicada en enero de 2012, la obra ganó el Premio William C. Morris a la Mejor Primera Novela para Jóvenes del Año y fue incluida en la Lista de candidatos al Premio Nacional del Libro. Albertalli nunca imaginó que su libro sería publicado; menos aún que se convirtiera en un galardonado éxito de ventas y, ahora, en una importante película: «Cuando escribí el libro, yo era psicóloga», dijo. «Mi hijo tenía entonces un año; ahora tiene cuatro. Yo escribía a la hora de su siesta. Yo siempre había querido escribir un libro, y decidí hacer una prueba. No sé de dónde surgió la idea de la trama, pero los personajes habían estado rondándome por la cabeza desde hacía algún tiempo. Tenía la imagen de un muchacho homosexual de pelo revuelto, vestido con una sudadera con capucha, y ésa resultó ser la de Simon. He trabajado mucho con jóvenes que se identifican como LGBTQ o como disidentes en cuanto a sexo, y sin duda son algunas de las personas más valientes que jamás haya conocido. Como psicóloga, soy concienzudamente cuidadosa para no tomar prestadas las historias de mis clientes para mis obras de ficción; pero, en general, me inspiran mucho todos los adolescentes a los que he tenido la suficiente fortuna de conocer».

El productor Marty Bowen aseguró que buscaban historias con las que fuera posible identificarse. «Incluso siendo adultos -recalcó- buscamos cosas que nos recuerden nuestras experiencias del instituto y que den sensación de autenticidad. Tratemos la salida del armario como una decisión normal, cotidiana, propia de los años de instituto».