¿A quién no le gustan las tormentas? Esa lluvia que con rayos y centellas protagoniza nuestras tardes de primavera o verano. Esta tierra nuestra, este levante mediterráneo a muerte es sin duda donde, de repente, se levantan nubes, rayos, estallidos de colores que, aunque parezcan los de los fuegos artificiales que tanto nos gustan, en realidad son naturaleza en vivo. Con ellas, las ideas, la música y el arco iris renaciente son todo uno.

Esas tardes que desde los noventa inspiró a uno de los mejores grupos de pop que ha parido esta t erreta con sumo placer. Guaraná, o sea Juan Ra, David y Cuco, hicieron Historia desde Madrid, donde se fueron con un par a tocar en el metro , en concreto en la Estación de Sol, y repartir maquetas a diestro y siniestro. Su historia es análoga a la que mi querido Alex de la Iglesia contaba sobre sus incursiones cinta beta en mano en los festivales y alfombras rojas de todos y cada uno de los eventos donde se colaba para, con orgullo, repartir lo que, después, han sido obras maestras del cine. Pues estos tres alicantinos lo mismo en versión musical. De bar en bar, por la noche, en los mejores y más clásicos, hacían sus pinitos. Y así, en pensiones y con todo el esfuerzo del mundo, un día les llego el éxito, y los que empezaron en la escalera del Metro acabaron número uno en ventas, en listas y hasta nominados dos veces a los Grammy Latinos. Hoy Juan Ra y David, que siguen juntos, acaban de lanzar un recopilatorio con seis temas inéditos por su aniversario, Canciones de Tormentas, como se llama en honor a las tardes de lluvia componiendo con una birra en mano, nos cuentan Sin equipaje, o Antes de empezar que No me llames mas o bien que me llames para ir en la Furgoneta del Amor... mientras vuelven por Alicante donde no dejan de ser absolutamente ellos y felices. Juanra, que ahora vive por tema personal en Oviedo, nos visita para hacer todos los arreglos en uno de nuestros mejores estudios de España, Sacramento de Daniel Sainz, una gozada de estudio donde me he perdido miles de días muchas horas para disfrutar de algo único. Entonces me dice que no puedo dejar de pasar de ver a su amigo Julio Gaubert en el Confetti ( donde actuó hace años...) o al Soda y recordar en el Enredo a su amigo Álvaro, que nos dejo hace poquito y que era el percusor de tantas cosas, incluso el famoso «tardeo», hasta que la vida decidió llevárselo de aquí... Su playa de San Juan y un arrocito en la Taberna del Mar en Benimagrell o ir a ver las croquetitas del Sevilla , que comparte con David. Este es otro caso único en el mundo. Mi querido David, compositor del Viaje de Elliot y Fran Roldán, no lo conseguimos sacar de la ciudad «ni con agua caliente» cuando aterriza. En el barrio se siguen sintiendo como en su casa , entre los alicantinos de aquella generación que creció con los Secretos. Ambos, pregoneros de las Hogueras, no cambian una mascletá por nada del mundo, y en fiestas da pavor que te encuentren, porque son irresistibles, y por arte de magia, suele pasar que te secuestran y tu feliz, claro... Su otra plaza es Benidorm, portada de su disco ultimo, y a la que consideran el mejor skyline del mundo: su mezcla de gente les apasiona, ese tejido de bares que se debaten entre un ingles, la noche canalla de una chica que esconde bombillas, o de los clásicos bares de copas de toda la vida, junto a una sala como Benidorm Palace y la playa de levante llena de vida, color y sabor. Ellos dos son ese homenaje como sus tormentas que no cesan de llevar el nombre de nuestra tierra hasta lo más alto. Y ahora con este disco me da que puede que de nuevo a Los Ángeles o a cualquier parte donde quieran, porque limites estos, no tienen. Feliz Finde.