Dicen que el blues que practica WolfWolf es tan limpio como un cubo de basura en una calle de San Paulo. Es punk, es sucio, es country en el sentido más white trash e incluso contiene aspectos de la New Wave de principios de los 80. El blues de WolfWolf desintegraría de un guitarrazo a cualquier purista del género. Son crudos y cantan sobre el día a día de los fuera de la ley. Una batería simple, tocada de pie, y una guitarras es todo lo que necesitan para levantar al público. Viernes, 23.30 h. 10/12 euros. TNT Blues, Cox.