La pregunta del millón se cumple cada año un 5 de enero por la noche. ¿Existen los Reyes? Mi querido sobrino Alonso, listo como el hambre, pero con una ilusión loca por la magia, dice que sí. A sus tiernos añitos rondando la decena, de bobo, nada. Pero, queridos, ser un Rey tiene mucho «punto» y que vengan a verte, más. Así que Alonso, y yo, seguimos creyendo como Peter Pan en las hadas. En esos momentos en los que grandes como José María Manzanares, Manuel Ruano o Toni Cabot, este año, se transformaran en Melchor, Gaspar y Baltasar y, sin dudarlo, bajando de un helicóptero muy «molongo» se entregan a la causa... en esos, los tres Reyes Magos de nuestra antigua historia judeocristiana se transforman en un estrella, esa que nos regala cada año un trozo de corazón. Una vez más, y este año más, os cuento lo que se puede hacer para disfrutarlos a tope. Lo que sí tengo claro es que, aunque a muchos les pese, la tradición es aquí la que manda. Y, admitiendo que es muy guay que se vaya progresando, lo que no tiene sentido es que Melchor sea Melchora, no por nada, sino porque era Melchor y si no serian las tres reinas, lo cual es discutible, pero no tradicional... Una que es feminista, pero no absurda, dice lo de «mi, no entender...». Por ejemplo, en Dénia, Leonor Arenas, estudiante, y mujer, se viste de Rey. Y en Alcoy la expectación es brutal con los llamados Black Face, pajes negros de Alcoy, que maquillan sus rostros como en las antiguas películas de Hollywood. A mí, sinceramente, me parece genial, aunque alguno y alguna, con todos mis respetos, entren en bobadas ideológicas que, sin duda, no tienen nada que ver con un juego tradicional histórico e interesantísimo. Los Reyes de la Montaña son lo más desde cientos de años. Junto a la Cañada. Pocos saben que cada 6 y 7 de enero desde hace 253 años se transforma en la antigua Jerusalén, de acuerdo al libreto de Don Gaspar Fernández y Ávila La infancia de Jesucristo. Los vecinos, más de 200, escenifican de manera itinerante, por escenarios naturales, los momentos más emblemáticos de la Natividad. Eso por no hablar de Elche, donde el próximo 6 de enero será el último día para poder visitar el Belén Viviente de Pobladores que cumple 37 años, además de acoger la llegada de los Reyes Magos. El tema roscón también es otro temazo. En la Vega Baja el cabello de ángel y la yema son el hit parade de los rellenos. En Monóvar la batata hace estragos en sus interiores. O en Xixona la mousse de turrón o en el Túnel de Alcoy la de chocolate y glasse con sus figuritas de «toooda la vida». En Torreblanca de Elda fabrican joyas únicas de roscones para todo el mundo y en San Blas de Alicante, la panaderia El Castell es el referente del gremio de artesanos con su premio. Pero qué va dentro de los roscones. Siempre temía que me tocase el haba. ¡Que horror! Y rezaba por el rey. Aunque puede que ahora lo haga por las figuritas eróticas que los chicos de Diversual fabrican en El Campello para todo el mundo con sorpresa, jejeje. La cosa se está modernizando y ahora todo el mundo puede comer. Sin gluten, sin azúcar, sin lactosa... El que no coma roscón, desde luego, es por no querer, porque estamos a punto de ver hasta los integrales, y bien que me parece... APSA y Oxfam se encargan de poner ambas sus granos de arena para la solidaridad también aquí. Envuelven figuritas la primera y la segunda las trae de países con graves problemas para que los Reyes sirvan para algo. Pero no olvidaros, los juguetes del rey tienen que llegar a todos, así que colaborad, por favor. Y el sábado disfrutad de los conciertos de estos Reyes que en Alicante (ADDA Sinfónica), en Torrevieja o en Orihuela, con la Unión Lírica Orcelitana, nos ofrecen para que la cultura no falte jamás a nuestros oídos sensibles y ávidos de poesía. Y el que busque otra música, la noche de Reyes en el Benidorm Palace es otro cantar que se antoja interesante... Estos Reyes son tan nuestros, que hasta Sofia Escoda, Bellea del Foc, y sus damas son pajes representantes de nuestros carteros reales. Señores, todo por un rey, porque al fin y al cabo, al portal de Belén llegaron los tres tras la estrella anunciadora de una humanidad que necesita tanta magia como queramos darle. ¡Por favor!