Hace tiempo que escuche al genial actor Fele Martínez recitarme este concepto mientras brindábamos con Vicente Seva en uno de sus famosos festivales de Cine de este Alicante que despierta al arte cada día. Esta ciudad nunca fue una plaza fácil. Desde tiempos, recordando también a mi querido Luis de Castro o ahora de acuerdo con Luis Ivars, que acaba de celebrar 40 años con la música compartiendo un piano y confesiones con todo el que ha querido ir a verlo? recordándolos a todos, a Jácara Teatro, a Sole y a Paco, me emociona ver cómo el Teatro Principal sigue en pie, y con más éxito que nunca. Fele, Paco Sanguino o gente genial como los mencionados son parte de una vida que se siente «títere», como me siento yo. Tantas veces en medio de la NADA, suspirando por que alguna vez como Toto seamos esa lágrima de felicidad de Cinema Paradiso, seguimos disfrutando de rincones de magia. Cuántas veces he maldecido no tener más. Así que siento fortuna de poder celebrar cada rinconcito de nuestra provincia. Me siento feliz de poder destacar su alma de blues, sus ganas de vivir y emprender, y sobre todo, de mantener la llama de la belleza, simplemente la belleza?.

Los títeres de Festitíteres son en Navidad una de esas joyitas que recordamos en los escaparates del Barrio Antiguo, cerca de la Porta Ferrisa, donde se sigue cociendo el barro a mano o pintando piezas únicas para los sentidos. Esa calle Villavieja no tiene precio. Esa vista bajo la falda del Castillo se para en un precioso local, un café prensa de esos bohemios. Me quedé allí viendo la Basílica de Santa María y recordando los discos de vinilo con un buen té. Creo recordar que se llama October Press y no está nada mal coger allí al lado un patinete de esos de moda ( segway o similar) para montártelo cuesta arriba y ver el mirador de un Postiguet que sigue siendo marvilloso. En todo este entorno, siguen existiendo tiendecitas y cositas que ver. La Purísima, día señalado como pocos de este viernes en invierno, es fantástico si no, para irse a Xixona ( turrón, turrón?) a ver como «vuelve a casa por Navidad» todo quisque o bien plantarse en Elche, a su feria, donde el mercadillo más completito de todos te espera lleno hasta arriba de felicidad. Yo, sin más, recomiendo un paseo por el entorno de Santa María, donde además en estas fechas recuerdan de nuevo la famosa Sa Magrana y mucho más? por no hablar de comer sus famosas alcachofas del Campo de Matola.

Pues como un buen títere, de cuerdas atadas por el Destino y el Auguri, no pienso dejar de gozarla con una de las mejores exposiciones, Alicante Fotoarte, con José Manuel Sáiz ( uno de los grandes), todo un lujo en el Centro Muncipal de las Artes. Y de paso, en Casa Mediterraneo, contemplar al atardecer la visión de Malta por Rafa Arjones, para seguir gozándola mientras pasa el fin de semana con amor del bueno. Tanto como mi querido Juan Miguel Pérez Díaz nos dará en su copa de Navidad, una fiesta Black&White que no quiero perderme; sacaré del armario uno de esos vestidos que siempre soñé ponerme en el Waldorf con música de Tony Bennet, y soñaré que el mundo sigue rotando con compás de emoción. Y desde luego le daré las gracias a mi querido Andres Espí, porque una vez más, se acuerda de invitarnos a todos a brindar con sus cavas y sus chocolates este viernes, una degustación que nunca se pierde nadie, esta vez con las Bodegas Hispano Suiza, que me recuerdan a esos coches antiguos llenos de historia y glamour. Asi que, empecemos. ¡Feliz Navidad!