Marca el regreso de los responsables de Malas madres solo un año después del estreno de la primera entrega y lo que más llama la atención es que mantiene en su nómina de actores y técnicos a una parte considerable de sus responsables, incluyendo a los directores y a las actrices. En esta continuación las madres reciben la visita navideña de sus propias madres, interpretadas por Cheryl Hines, Christine Baranski y Susan Sarandon. El gran desmadre sigue a Amy, Kiki y Carla mientras se rebelan contra los desafíos y las expectativas que ponen en ellas para el evento del año: la Navidad. Como si la organización de unas fiestas más que perfectas para sus familias no fuera lo suficientemente dura, las malas madres tienen que hacer malabares para crear alegría navideña mientras hospedan a sus propias madres en las fiestas. Amy, Carla & Kiki redefinirán la forma de hacer que las fiestas sean especiales para todos y tendrán una relación más cercana con sus madres.

El origen de la nueva película se remonta a después del estreno de Malas Madres, cuando los escritores y directores Jon Lucas y Scott Moore y la productora Suzanne Todd hablaron sobre el abordaje en esta secuela. «En la primera película, la idea es 'me encanta ser mamá, pero a veces siento que es demasiado y me vuelvo loca'. Cuando comenzamos el proyecto de la continuación y comenzamos a hablar sobre la Navidad, todos sentimos lo mismo. No es que uno odie la Navidad, a todos les gusta la Navidad, pero a veces es demasiado».

Lucas explicó que «una vez nos topamos con la idea de Navidad, era algo importante como para ignorarla. Cuando te juntas con familiares que no ves muy a menudo, o que no quieres ver... todo es combustible y carne de cañón para la comedia».