Es la séptima novela superventas de la serie del detective Harry Hole, escrita por el noruego Jo Nesbø, que llega a los lectores desde que se publicó el primer capítulo en 2007. Con esta novela, el atribulado detective y su creador llegaron por vez primera a otro público, además de encabezar la lista de superventas del The New York Times y convertirse en la novela más vendida en Gran Bretaña, lo que situó a Nesbø entre la élite de los escritores de novela negra. Hacía tiempo que los noruegos ya sabían que era un gran autor, pero el resto del mundo tardó unos años más en descubrirlo.

Con un helado paisaje invernal como telón de fondo, un sociópata ha escogido a una persona para mostrarle sus metódicos e inimaginables talentos, y esa persona es el investigador jefe de una brigada criminal. Con provocaciones simplistas tales como «pero, señor policía, ya le dí todas las pistas...», espera conseguir un oponente digno y seguir con su repugnante juego.

El detective Harry Hole, incorporado por Michael Fassbender, se enfrenta a un caso de homicidio poco rutinario. Una mujer ha sido asesinada tras la primera nevada del invierno. Desde el principio de la investigación, el Muñeco de Nieve se ha encargado de burlarse de él, y sigue haciéndolo con cada nuevo crimen. Temiendo que un esquivo asesino en serie al que todos creían muerto haya vuelto a la actividad, el detective recluta a Katrine Bratt, una brillante compañera de trabajo, para que le ayude a encontrar una conexión entre los casos que ocurrieron hace décadas y los actuales. Si lo consiguen, podrán sacar de su oscuro escondite al psicópata que lleva observándolos desde hace tanto tiempo. Pero si fracasan, el mal volverá a golpear en la siguiente nevada. La cinta está dirigida por el cineasta nórdico Tomas Alfredson, del que en España solo hemos visto dos largometrajes de su amplia filmografía: Déjame entrar en 2008 y El Topo en 2011.

Como reconoce Nesbø, en algunos países, la novela El muñeco de nieve le abrió todas las puertas, vendiendo la increíble suma de más de 34 millones de libros en todo el mundo. Con su tercera novela, Petirrojo, conquistó a un público culto, pero El muñeco de nieve fue un éxito absoluto. Es más. la mayoría de lectores de habla inglesa descubrió al protagonista con dicha novela, y se pensó que Jo Nesbø había saltado a la fama de un día para otro. La verdad es que ya hacía unos diez años que sus novelas se traducían al inglés.

Gracias a la adaptación cinematográfica de El muñeco de nieve surge la posibilidad de que Europa tenga su propio héroe en una serie de detectives.Pero ¿qué tiene el investigador para que cautive al mundo entero? Como muchos otros héroes literarios, es un hombre imperfecto cuya vida personal está plagada de oscuras grietas y sombríos rincones. Alcohólico, desorganizado, es incapaz de comprometerse. Pero a pesar de todos sus defectos, es un detective perfecto, metódico, decidido y creativo, que no se detendrá ante nada hasta llegar al culpable. Es un antihéroe de pies a cabeza, un ser imposible por el que es imposible no sentir afecto.

«Está lleno de contradicciones», dice Nesbø. «Cree en el sistema legal, cree en el modelo de democracia escandinava, pero no encaja en la sociedad nórdica. Le importan las personas que le rodean, aunque no quiere a nadie demasiado cerca. Intenta vivir como un hombre que ama a las mujeres, sobre todo a una, pero que ha decidido vivir solo. No quiere ser uno más en el rebaño, pero tiene profundos reflejos sociales, como muchos de nosotros, que le impulsan a ayudar al prójimo».