Prueba evidente de la calidad del cine japonés de dibujos animados. Es el tercer largometraje de Sunao Katabuchi y obtuvo el premio a la mejor película de animación nipona de 2016. Describe la historia de Suzu, una muchacha que trata de encontrar la felicidad en los tiempos convulsos de la Segunda Guerra Mundial. Empezó a producirse para conmemorar el 70º Aniversario de la caída de las bombas de Hiroshima y Nagasaki.