Las celebrities e influencers como Gigi Hadid, Chiara Ferragni o el clan Kardashian, y cada una a su manera eso está claro, se han sumado a esta tendencia por lo que había que probarla, y pese a parecerme cada vez que veía este accesorio en un look un elemento que me sobraba y que quedaba algo extraño, pero como suele pasar en moda, el hecho de verlo y volver a verlo te acaba picando y te tiras en plancha de shopping a buscar el tuyo.

Echando la vista atrás y haciendo memoria desde el famoso Gaultier de Madonna con pechos de cono, el corsé no había hecho acto de presencia con tanta rotundidad en el streetstyle de las más entendidas.

Se lleva encima de vestidos románticos y primaverales, de vocación lencera, sobre maxi camisas o camisetas, a modo de cinturón uniendo dos piezas o sobre finos trench de temporada. Irán cerrados con los típicos cordones o lazos delanteros o traseros, y en cuanto a los colores, de momento, y digo de momento porque no sabemos a que derroteros declinara esta tendencia, más bien tira a los neutros, en negro, tejidos denim, en piel o metalizados como mucho.

Eso sí, son geniales para marcar tipazo y grandes aliados para las siluetas con curvas, ciñen cintura, elevan pecho y marcan la silueta, así que no hay que dejar de hacer la prueba y mostrar al mundo nuestra silueta «reloj de arena».

Yo para empezar a probar el «efecto corsé» he optado por este pantalón ancho que lo lleva incluido, me ha parecido bastante práctico y llevadero, y una versión light para quitarme el gusanillo.

Y tú ¿ya lo has probado?