La Sede Universitaria de Alicante ha acogido este pasado jueves la cita anual del Archivo de la Democracia para reconocer a las personas e instituciones que han entregado materiales a lo largo del año para el fondo documental y en el cual se rindió cuentas de la actividad llevada a cabo los últimos doce meses.El acto, que contó con la presencia del conseller de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación, Manuel Alcaraz, y del rector de la Universidad, Manuel Palomar, sirvió también para anunciar la creación de una cátedra institucional del Archivo de la Democracia, con la colaboración del Gobierno Valenciano «que ayudará a dotar de más instrumentos a esta herramienta creada ahora hace once años en el seno de la Universidad de Alicante que se ha convertido en un referente por sus fondos documentales y por su utilidad tanto para estudiosos, como profesionales y público en general, gracias, de manera especial, a su web y al incremento constante de su catálogo documental».

Entre las nuevas aportaciones recibidas este año aparecen materiales de candidatos a diferentes convocatorias electorales, de formaciones políticas, de una asociación cultural de Elda y de historia y cultura de Elche, además del legado familiar del poeta y escritor alicantino Manuel Molina «imprescindible para conocer la vida cultural en la ciudad de Alicante en la segunda mitad del siglo XX», en palabras del coordinador del Archivo, José María Perea.

El profesor Cecilio Alonso intervino en el acto en representación de los donantes para glosar la figura de Manuel Molina, de quién repasó la vida y, en especial, su obra y las intensas relaciones que mantuvo con otros protagonistas de la vida cultural de la ciudad.

Reconocimientos

Durante la celebración, el rector de la Universidad y el presidente del Archivo de la Democracia, Josep Bevià, entregaron los reconocimientos a los donantes que este año han aportado fondos al archivo, Carmina Pacheco; las hijas de Manuel Molina, Magdalena y Clemencia; el hijo de Emilio Gisbert, Antonio Gisbert; José Luis Quiles, Rafael Martinez; Julio M. Fernández, y Josep Guía, quien no pudo acudir al acto.

Con las aportaciones realizadas este curso, ya son más de ciento setenta las donaciones de documentos, que ocupan cerca de sesenta metros de estanterías en el Archivo General de la Universidad en unas quinientas cajas de archivos debidamente documentados. El archivo cuenta, además, con 2.500 libros, 50.000 ejemplares de 1.049 revistas o publicaciones, 1.500 discos en vinilo, 1.300 carteles y dibujos, 300 audiovisuales y 35.000 fotografías.

«Más de la mitad de estos documentos ya están digitalizados y son accesibles para estudiosos y público en general a través de la web que este año superará las cien mil visitas con veinte mil usuarios únicos», expuso Perea en su intervención.

Los fondos del archivo se nutren principalmente de las aportaciones de protagonistas de la época, sean instituciones, colectivos, partidos, asociaciones o personajes a título individual, que lo hacen crecer año tras año y lo han convertido en un auténtico referente para los interesados en este periodo reciente de nuestra historia.

Importancia de las donaciones

En este sentido, la directora del Servicio de Archivo y Registro de la Universidad de Alicante, reconoce que «el Archivo de la Democracia se nutre de las donaciones de cualquier persona, asociación o entidad que quiere que aquello que guarda esté a buen recaudo y dispuesto para los investigadores». La donación de archivos asegura «su conservación y los propone para la investigación y la difusión», con lo que se evita «su pérdida, su deterioro, su destrucción o, incluso, que se venda o se malvenda», añade Guijarro.

En los primeros años del Archivo de la Democracia, que nació en 2004, fueron muchas donaciones de diversa índole las que llenaron de documentación el proyecto. El propio Manuel Alcaraz, Eliseo Gómez Serrano, Elías Alonso o Mariano Sánchez Soler donaron sus archivos.

También entidades como la Asociación de Teatro Independiente de Alicante, Feminario, la revista Canigó y muchas de las asociaciones de vecinos de Alicante, se centraron principalmente en los años de la Transición.

Recientemente, archivos como los de la Asociación de Aviadores de la República o el legado de Manuel Molina, junto a otros, han supuesto una ampliación del espectro cronológico del archivo, que se adentra ya hasta los tiempos de la II República.

Según añade la directora del Servicio de Archivo y Registro, también miembro del Consejo Asesor del Archivo de la Democracia, «nuestra intención es seguir creciendo y, para ello, dependemos de las donaciones. Cada aportación de una persona, entidad o asociación tiene su importancia, por pequeña que sea».

Para este fin, la página web del Archivo de la Democracia tiene habilitada una sección de contacto que facilita a los interesados formalizar su donación o resolver sus dudas.