La Semana Santa de Crevillent ofrece a todos los que la visitan una visión personal y autóctona de la Pasión, Muerte, Entierro y Resurrección de Cristo.

No en vano, la singularidad de la Semana Santa, marcada por sus grupos procesionales y los coros, ha permitido que la Semana Santa de Crevillent fuera declarada en 2011 Fiesta de Interés Turístico Internacional, un hito que sirvió para reconocer el trabajo de este municipio y de sus vecinos por mantener una tradición que combina el arte, la religión y el sentir popular de esta conmemoración de belleza extrema.

¿Cuándo surge la Semana Santa de Crevillent?

¿Cuándo surge la Semana Santa de Crevillent?

Los orígenes de la Semana Santa de Crevillent se remontan a la época medieval, al año 1753, cuando el Duque de Arcos, señor de la villa, donó la loma denominada entonces Camposanto para que en ella se erigiera el Vía Crucis y se permitiera la organización de algunas procesiones, entre ellas las de Viernes Santo por la tarde, para poder allí hacer el Encuentro de La Dolorosa y el Santísimo Cristo.

La segunda mitad del siglo XIX representa el primer momento de esplendor para la Celebración Pasional con la adquisición de un importante número de imágenes o grupos procesionales, obras de Antonio Riudavets o Francisco Pérez Gigueroa, constituyendo las primeras cofradías que tenían un carácter gremial o familiar.

Con el surgimiento de la Guerra Civil española se entró en un periodo negro en el que tuvo lugar la destrucción de las imágenes que permanecían al culto en el templo parroquial Nuestra Señora de Belén (siglo XVIII-XIX) y en la Ermita de la Santísima Trinidad.

No obstante, fueron una vez más las familias crevillentinas las que guardaron, custodiaron y protegieron los pasos existentes, incluso en sus propios hogares, permitiendo el resurgimiento de la Semana Santa crevilletina en los años 40.

Fue en esa época cuando llegan a la población las imágenes realizadas por Mariano Benlliure junto a otras de afamados escultores del momento como Carmelo Vicent, Juan García Taléns, Fina Cuesta, Antonio Parera, Navas Parejo, ... quedando la Semana Santa configurada tal y como ha llegado hasta nuestros días.

En la actualidad, la riqueza de la imaginería procesional que posee la Semana Santa de Crevillent le permite disponer de un desarrollo cronológico a través de 11 procesiones repartidas entre las 30 Hermandades y Cofradías de la localidad que procesionan desde el Sábado de Pasión y durante todos los días de la semana (excepto el lunes) hasta el Domingo de Resurrección.

Las procesiones del municipio

Las procesiones del municipio

El Sábado de Pasión es el primer día. En él, el paso de La Convocatoria, con sus dos bocinas, recorre varias calles del municipio anunciando la llegada de la Semana Santa.

El Domingo de Ramos la villa se inunda de alegría para recibir a Jesús Triunfante. El lunes, por su parte, se reposa, mientras que el Martes Santo es un día solemne y de respeto con la Procesión de Penitencia en la que solo se escuchan los motetes de un coro de voces graves. En esta, las calles del Casco Antiguo se apagan y se llenan de gente que en pie y con la única luz de las antorchas espera el paso lento y austero del Cristo de Difuntos y Ánimas.

En el Miércoles Santo, la concentración de los pasos se realiza en el interior de la Iglesia de Belén y en la Plaza de la Constitución, espacios que pasan a ser un lugar de encuentro de todos los crevillentinos.

Es impresionante ver salir del templo a La Dolorosa cuando se apagan las luces y solo «Ella» queda iluminada a la vez que un coro popular le canta «Los dolores» mientras abandona la Iglesia y durante todo su recorrido por las calles.

Al finalizar, ya de madrugada, son centenares los crevillentinos que participan en la Procesión del Traslado donde el Cristo de la Victoria y María Magdalena junto a las Tres Marías y San Juan son trasladados hasta la Parroquia de la Santísima Trinidad.

Tanto el viernes como el sábado los diferentes coros van acompañando a los pasos y los costaleros marcan su paso al son de los timbales. Alrededor de las 5 de la madrugada del Viernes Santo empieza el día, momento en el que por toda la villa suenan las tradicionales dianas tocadas con guitarras, cornetas, bandurrias y tambores.

Antes de iniciarse la Procesión de Bajada del Calvario, los crevillentinos almuerzan un menú típico y austero a base de pan tostado, cocas, bacalao, ajos asados y vino de la tierra. Al caer la noche las calles vuelven a llenarse de gente pero con un ambiente más serio y respetuoso entre el que transcurre la procesión de la Muerte de Cristo, conocida popularmente como «dels coros».

El Sábado Santo, por su parte, tienen lugar la Procesión del Entierro de Cristo rodeada de un ambiente muy similar al de viernes en la noche. Por último, el Domingo de Resurrección, tras el Encuentro de la Regina Pacis con Jesús Sacramentado y después de desprenderse la Virgen del luto, se canta el Aleluya del Mesías de Haendel por varios coros de la localidad acompañados por la Sociedad Unión Musical.

Los museos, parte de la cultura crevillentina

Los museos, parte de la cultura crevillentina

Crevillent cuenta con una animada vida cultural marcada por una interesante oferta de museos entre los que sobresale el dedicado al escultor valenciano Mariano Benlliure (1862-1947), artista de prestigio universal cuya relación con Crevillent se inicia en 1944 con ocasión del encargo de obras religiosas para la Semana Santa, tallando un total de nueve obras para esta ciudad.

El Museo Mariano Benlliure, que fue inaugurado en 2012, es el único museo monográfico del escultor en España. En su recorrido se puede contemplar modelos y bocetos en escayola, obras acabadas en mármol, bronce, madera, cerámica y en metales como, por ejemplo, el oro, pinturas, dibujos y un archivo documental en el que se incluyen fotografías, apuntes y objetos personales del escultor.

El Museo cuenta con 331 obras, entre las que destaca «Gitana Bailando» que, al estar fechada en 1879, es la pieza más antigua del mismo, así como el Santísimo Cristo de Difuntos y Ánimas que procesiona en la noche del Martes Santo o las escayolas de pasos que se procesionan como Las Tres María y Jesús Triunfante.

El Museo de la Semana Santa de Crevillent está considerado, por su parte, como uno de los más importantes de España en su género.

La visita está configurada para seguir cronológicamente la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, por lo que el museo es un referente en el valor didáctico. Reúne obras de artistas como Mariano Benlliure, Antonio Riudavets, Carmelo Vicent, García Talens, Antonio Parera, junto a una serie de elementos singulares como los bordados, la orfebrería, cartelería o pintura religiosa.

Otro espacio que visitar es la Casa Museo Contemporáneo de Arte y Ciencia, de la que forman parte la Pinacoteca Municipal, el despacho y laboratorio del Dr. Mas Magro (propuesto para Premio Nobel de Medicina), la sala dedicada al violinista Telmo Vela, además de la capilla, salón y comedor de la casa primitiva. Actualmente hay una exposición sobre el Yacimiento de Peña Negra-Ciudad de Herna de Crevillent.

Asimismo, en Crevillent también se pueden visitar el Museo Arqueológico, el Museo del Pintor Julio Quesada y el Museu de la Festa (Moros y Cristianos).