Los días pasan deprisa. El trabajo consume prácticamente todas las horas de cada una de nuestras jornadas. Los nuevos hábitos de vida de los países desarrollados, estresantes, son factores que han llevado al turista a buscar aquello que no tiene en su día a día. Por ello, los viajeros no sólo buscan descubrir nuevos territorios sino que también quieren llevar a cabo actividades que les ayuden a conservar y mejorar la salud.

Es el denominado turismo de salud y bienestar, una tipología de viaje que no ha dejado de crecer en la última década en España. La Costa Blanca, como destino con unas infraestructuras excelentes para satisfacer a estos turistas, no ha dejado escapar esta oportunidad y ha sabido posicionarse como un territorio referente en este ámbito.

Las ventajas con las que cuenta la provincia de Alicante son varias y todas, funcionando como un engranaje perfecto, han convertido a la Costa Blanca en un destino saludable. Entre estas ventajas destaca, por encima de todas, el clima mediterráneo, algo intrínseco a esta provincia y que la convierte en única. A ella hay que añadir sus buenas comunicaciones, tanto por tierra, mar y aire, lo que favorece la llegada de turistas nacionales y extranjeros.

No obstante, esto no sería suficiente sin la existencia de una amplia infraestructura sanitaria y de especialidades enfocadas a satisfacer este denominado turismo de bienestar. Y es que, el turismo de salud es aquel que se basa en la práctica de diferentes técnicas medicinales (tradicionales o no) que permiten sentir una mejoría en el estado físico.

En concreto, este perfil de viajero busca, sobre todo, una oferta termolúdica y de ocio saludable, que con una atención personalizada, está centrada sobre todo en balnearios, spas y centros de talasoterapia, entre otros muchos otros. No obstante, el auge de este tipo de turismo ha propiciado que esta oferta se haya ampliado, incluyendo en la actualidad servicios como las sesiones de aromaterapia, masajes de distintos tipos, meditación, yoga, reiki y muchos otros. El principal objetivo de esta oferta es combatir los males más típicos de la sociedad actual como son la depresión y el estrés, así como rejuvenecer, adelgazar o mejorar el estado espiritual.

Turismo termal

El turismo termal está basado en la oferta turística de recreación termal y ocio saludable. Los establecimientos que ofrecen esta clase de servicios de salud son balnearios, spa, centros de meditación y centros espirituales, entre otros. En definitiva, son lugares en los que se realizan actividades saludables tanto para el cuerpo como para el espíritu como la meditación, el yoga, aromaterapia, musicoterapia, baños minerales, entre otras.

Dentro de esta oferta se incluyen tratamientos de baños de barro, aromaterapia, baños de minerales locales, tratamientos de todo tipo para adelgazar, rejuvenecer la piel, combatir el estrés y la depresión y una gran variedad de tratamientos musculares y físicos.

Turismo de Spa

Los Spa son establecimientos de salud que ofrecen tratamientos, terapias y sistemas de relajación que utilizan el agua como base principal. El auge del turismo que busca estos locales ha hecho que los hoteles hayan incorporado instalaciones y servicios relacionados con el Spa, aglutinando en un mismo espacio ocio y salud. Piscinas, jacuzzis, hot tub, parafangos, chorros y sauna están incluidos en esta oferta, que se diferencia de la oferta de servicios termales en que las aguas no son minero-medicinales.

Otras disciplinas del bienestar

Quiropráctica. Es el tratamiento de ciertas dolencias óseas o musculares mediante manipulación de la zona afectada.

Fisioterapia. Es el método curativo por medios naturales, como el aire, el agua, la luz, etc., o mecánicos, como el masaje o la gimnasia.

Dermatología. Es la rama de la medicina que trata de las enfermedades de la piel. En los últimos años, los tratamientos se han ampliado con técnicas consistentes en la colocación de exfoliantes para renovar y revitalizar la piel.

Perfil de intervenciones por países

Francia: Demandan técnicas avanzadas de reproducción asistida y tratamientos estéticos debido a que el precio en España de estos tratamientos es menor.

Alemania: La demanda de servicios socio sanitarios de este colectivo se sitúa en tratamientos rehabilitadores y wellness. En su país de origen tienen que hacer frente a listas de espera en cardiología, limitaciones de acceso a seniors para determinados tratamientos y poseen unos precios superiores a España en odontología y estética.

Reino Unido: Su sistema de salud se caracteriza por haber recibido varias críticas en relación a su calidad y seguridad. Dispone de largas listas de espera y los precios son en general más altos que en los países de su entorno europeo. Los turistas ingleses demandan especialidades de odontología y cirugía estética.

Países Escandinavos: Se concentran en España colonias de residentes escandinavos en Costa del Sol y Alicante. Presentan problemas de accesibilidad a tratamientos de cáncer y cardiología.

Rusia: Demandan especialmente servicios relacionados con el wellness, pero también, aunque en menor medida, tratamientos cardiológicos y otras cirugías programadas. Tienen un sistema sanitario muy deficiente.

Países Árabes: Los turistas sanitarios del Magreb y del Medio Oriente acuden a España debido al escaso nivel de desarrollo de sus sistemas sanitarios y buscan especialidades no disponibles en sus países de origen.

Italia: Dispone de una de las normativas más restrictivas de Europa en relación a las técnicas de reproducción. Por ello, son pacientes tradicionales de las clínicas de fertilidad.

Países Bajos: Acuden a España, básicamente, por los mismos motivos que los alemanes, sus elevadas listas de espera. Demandan tratamientos de cardiología y cirugías de prótesis de cadera.

Turismo médico: un servicio abierto a todo el mundo

La Costa Blanca está logrando convertirse poco a poco en un referente del turismo médico europeo. El alto nivel de sus profesionales, hospitales y clínicas unido a la seguridad que genera España como país de referencia en el ámbito médico han hecho que el número de personas de fuera que acuden a la provincia a someterse a una intervención crezca cada año. Por especialidades, las más solicitadas son las operaciones estéticas (21% del volumen de facturación), seguida de la Reproducción Asistida (14%), Traumatología (8%) y Maxilofacial (6%).

Con esta tendencia y con la idea de potenciar este tipo de turismo, la provincia de Alicante vio nacer hace años el clúster de salud Mediterranean Health Care, una red estable de cooperación entre instituciones, organizaciones y empresas de la provincia de Alicante vinculadas con el sector de la salud, que en el año 2015 logró captar a 2.893 extranjeros. Unos turistas que tienen un perfil diferente al turista vacacional. Por un lado, la estación en la que viajan no se concentra en los meses de verano y, por otro, su capacidad adquisitiva es media alta, teniendo un gasto diez veces mayor que la persona que escoge el turismo vacacional.

Sobre las fortalezas de esta oferta en la Costa Blanca destaca la calidad y reconocimiento de las técnicas de reproducción asistida, la cirugía plástica y la oftalmología. Además, existen otros cuatro servicios que se están convirtiendo en estratégicos como son las especialidades cardiológicas, cirugía bariátrica y metabólica, neurocirugía y oncología. Para ello, la Costa Blanca cuenta con una red de hospitales reconocidos internacionalmente con gran experiencia en especialidades médicas de cardiología y cirugía cardíaca, cirugía bariátrica y metabólica, cirugía general y laparoscopia, cirugía plástica, estética y reparadora, cuidado a personas dependientes, diagnóstico, implantología dental avanzada y cirugía maxilofacial, entre otras.

Turismo estético

Dentro del turismo médico, la búsqueda de la belleza es un área fundamental. De hecho, el 21% de los turistas que llegan para una intervención médica se decantan por una cirugía estética. Y es que la búsqueda de la belleza ha sido siempre un objetivo del hombre. En la actualidad, esto no ha cambiado. Todo lo contrario. Los avances tecnológicos y la mayor garantía de estos tratamientos estéticos y cosméticos, unidos a la globalización, ha convertido al turismo estético como uno de los reclamos a la hora de viajar. Y es que, las operaciones estéticas han superado ya los prejuicios de hace años y son muchos los turistas de todo el mundo que viajan a la Costa Blanca con el objetivo de someterse a una intervención estética.

Los motivos de este auge se deben, sobre todo, a tres factores clave: los precios, la calidad de las intervenciones y la disponibilidad de alta tecnología. Entre las intervenciones más practicadas en la Costa Blanca destacan las liposucciones, el aumento de mamas, la blefaroplastia (remodelación de párpados), la rinoplastia (de nariz), la reducción de mamas y la abdominoplastia (reafirmación de abdomen).

Para hacerse un hueco en este competitivo sector, los profesionales de la Costa Blanca han apostado por la confianza y la seguridad. Y es que, uno de los mayores riesgos que corren las personas que deciden hacerse una intervención estética de estas características aprovechando sus vacaciones reside en el postoperatorio. Al respecto y según explican desde la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), muchos destinos turísticos en el mundo ofrecen «packs» muy económicos que incluyen operación, alojamiento y cuyo tiempo de postoperatorio no es el más adecuado, pudiendo surgir problemas en el paciente.

Este tipo de turismo también está ayudando a la desestacionalización, ya que muchas de estas intervenciones son recomendables realizarlas con la llegada del verano. Según explica el presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, el doctor Cristino Suárez, «la preocupación por la imagen corporal aumenta lógicamente en verano, pero esperar a los meses de julio y agosto para someterse a una intervención resulta, además, difícilmente compatible con las actividades que más asociamos al periodo estival como bañarse en playas o piscinas o tomar el sol».