Las fiestas de Moros y Cristianos de Villena, que se celebran del 4 al 9 de septiembre, viven un año de aniversarios en el que las dos comparsas decanas conmemoran 175 años de historia. A ellas se suman dos de las escuadras más emblemáticas de la localidad, que celebran el 50 aniversario de su fundación: los Tuaregs del Bando Marroquí y los Tiburones de la comparsa de Piratas. Con motivo de estas efemérides tanto en la Entrada del día 5 de septiembre como en la Cabalgata en la noche del día 6 se espera que el espectáculo sea continuo con los boatos que tanto comparsas como escuadras preparan con esmero.

Intenso programa

El programa de actos de 2017 se mantiene intacto con respecto al de años anteriores. Así, la diversión y la fiesta está servida en unos días grandes que la población disfruta con intensidad y donde el descanso queda relegado en un intento de sobrevivir a un cargado calendario festivo.

La Entrada, el desfile que inicia los Moros y Cristianos llegará cargado de alegría y llenará de colorido las calles. La Banda Municipal de Música (BMM) inicia el recorrido a las cuatro de la tarde en un momento emotivo que llena el recorrido de festeros, que tararean la composición del músico Quintín Esquembre, que compuso para su ciudad natal y que se denomina «La Entrada».

Tras la BMM es el turno de los Moros Viejos a los que le siguen Nuevos, Marruecos, Realistas, Bereberes y Piratas. Tras ellos llega el bando de la cruz que abren Estudiantes, Marinos Corsarios, Contrabandistas, Maseros, Ballesteros y Almogávares y por último, los Cristianos.

La fiesta villenense, en honor a Nuestra Señora de las Virtudes, llega cargada de desfiles: el 5 la Entrada; el 6 la Cabalgata y el 9 el de Nuevos Capitanes, Alféreces y Madrinas. En ellos participan más de 12.000 personas entre festeros, boatos y músicos. La Junta Central de Fiestas ha contabilizado que en estos desfiles llegan a participan cerca de 2.000 músicos.

También, en las fiestas patronales se deja hueco para los actos que se le dedican a la Virgen de las Virtudes. Además de los estrictamente religiosos como la misas en la que participa una representación de los festeros, la Ofrenda y la Procesión son los dedicados a la patrona.

Los Moros y Cristianos declarados en 2015 de Interés Turístico Nacional miran al exterior de las fronteras del amplio termino municipal con las Embajadas como emblema. Tanto la del día 6 en la que el bando de la media luna arrebata sus almenas al de la cruz como la del día 8 en la que se invierten los papeles poseen un marco excepcional, el castillo de la Atalaya. Apostados en sus murallas, los dos bandos defienden la plaza. Cada año, estos actos consiguen una mayor grado de teatralidad y son muchos los villeneros y vecinos de poblaciones cercanas que se acercan a la parte más vieja de la ciudad para escuchar los parlamentos entre los dos emisarios de sus tropas.

Los Moros y Cristianos presentarán su faceta más solidaria en la Ofrenda, que se celebra el día 7 de septiembre por la mañana. En ella, las comparsas entregan su ayuda a diferentes asociaciones, colectivos y ONG´s. Muchas de éstas presentan sus necesidades a algunas de las catorce comparsas para conseguir mejorar la atención que dan a sus usuarios.

Por otra parte, la cara más critica de la fiesta se ve el día 7 por la noche con la Retreta, un desfile donde casi todo esta permitido y en él que los festeros se rien de lo ocurrido durante todo el año en Villena.

Más de 175 años de historia

El año 1843 es el que se tomó en 1992 como fecha de referencia para celebrar el 150 aniversario de Moros Viejos y Cristianos. Se decidió que éste era el de la fundación de las comparsas y de las fiestas de Villena por un documento mencionado por Faustino Alonso en el que se refleja el dinero gastado en pólvora y música durante la celebración de las Fiestas de Moros y Cristianos.

Otro elemento que favoreció este dato es la inscripción que había en el antiguo castillo de embajadas en el que se indicaba las personas que habían auspiciado su construcción: «Clemente Sáez y Manuel Fita», así como el año en que se dio tal acontecimiento el año 1843.

Sin embargo, en el libro «175 años de Moros Viejos» se indica que los últimos estudios aportan nuevos datos que fechan el año de fundación con anterioridad. De hecho, existe una publicación que habla de las Fiestas de Biar de 1838 que relata cómo los vecinos de Villena consiguen hacerse con los restos de la Mahoma para traerlos a casa. El único propósito que podía moverles a actuar de esa forma era aprovechar dichos restos para reconstruir la efigie y poder utilizarla en sus embajadas. Y si había embajadas, también debía haber Moros y Cristianos que dirimieran sus diferencias en ellas. No es la única prueba que permite afirmar sin el menor atisbo de duda que la comparsa de Moros apareció en fecha anterior. Es probable que lo hiciera varios años e incluso décadas antes.

Lo cierto es que la celebración del 175 aniversario les ha dado la posibilidad a las dos comparsas de organizar un calendario de actividades conjuntas.

Javier Esquembre, Alcalde de Villena

«Que las fiestas sean internacionales es cuestión de tiempo»

El Ayuntamiento de Villena trabaja para conseguir en el menor tiempo posible la declaración de Fiestas de Interés Turístico Internacional para los Moros y Cristianos de Villena. Es uno de los retos que se marcó el consistorio local cuando en 2015 se logró la catalogación de Fiestas de Interés Turístico Nacional. Para el alcalde de la localidad, Javier Esquembre, conseguirla «es cuestión de tiempo». Y añadió que «Villena está demostrando la presencia de los Moros y Cristianos en Europa. De hecho, hay festejos que ya tienen este reconocimiento con un bagaje en materia de identidad y tradición menor al que tienen las fiestas locales».

«Si hablamos de conseguir que sean declaradas Patrimonio de la Humanidad, considero que serán necesarios cambios importantes, puesto que habría que definir mejor el enfrentamiento de culturas y las tradiciones religiosas», argumentó.

El alcalde de Villena mira hacia el porvenir de la fiesta y manifiesta que ha de realizar un estudio y un análisis sobre el futuro de la misma. Considera que las fiestas están en un momento «interesante». Los Moros y Cristianos se han convertido en un reclamo turístico y de difusión de la ciudad. «Se deben potenciar por igual los tres pilares que la sustentan: el histórico, el religioso (pues son las fiestas en honor a la Patrona, la Virgen de las Virtudes) y el lúdico», es la consideración que hace el Jefe del Consistorio para favorecer la continuidad de la fiesta.

El Ayuntamiento destina de forma global más de 100.000 euros al desarrollo de estas celebraciones. Por una parte firma un convenio con la Junta Central de Fiestas, entidad organizadora de los festejos, de 30.000 euros y además se destinará 12.000 euros en iluminación y 22.000 euros en faldones. Otro capítulo importante es el dedicado al refuerzo de la seguridad.

A la hora de invitar a los vecinos de otros municipios a las fiestas, Esquembre indica que «que los visitantes no se deberían perder los dos grandes desfiles -La Entrada y la Cabalgata- por ser una gran pasarela de trajes de festeros, música y participación». A ellos, añade el primer edil, como actos que dan valor a la fiesta por la recreación histórica, las embajadas en el Castillo de la Atalaya».

Programa de actos

Martes, 5 de septiembre

Pregón. Fiesta del Pasodoble H 12:00

Entrada H 16:00

Miércoles, 6 de septiembre

Diana H 07:30

Misa de la Juventud. Conversión del Moro al Cristiano infantil H 10:00

Desfile de la Esperanza H 12:00

Guerrilla y Embajada del Moro H 17:00

Cabalgata H 21:00

Jueves, 7 de septiembre

Diana H 07:30

Ofrenda H 12:00

Contrabando H 18:30

Retreta H 22:00

Alborada H 01:00

Viernes, 8 de septiembre

Diana H 07:30

Misa Mayor H 10:30

Embajada H 12:15

Conversión . Procesión H 18:00

Sábado, 9 de septiembre

Romería de Despedida a la Virgen. H 07:30

Entrada de Nuevos Capitanes, alféreces y Madrinas. H 17:00