Queridos Reyes Magos ¿Habré sido buena este año?

Siempre me he preguntado cómo se cuantifica esto tan sui generisde la bondad. Tal vez alguien mide tus acciones del año, como la productividad anual en el trabajo y lo que resulte será directamente proporcional al número de regalos que puedo pedir. En todo caso, yo creo que he sido buena, así que llena de esperanza ¡¡me lanzo por lo que pueda pasar!!

Para mí pediré que no me toque la lotería, o dicho de otra manera, que tengamos salud. Pero yo, por si acaso y previsora que soy, no suelo comprar ni un décimo para no tentar a la suerte, ¡no vaya a ser que me toque!

Pero no sólo voy a pedir la salud que se cura con paracetamol. Quiero SALUD en mayúsculas, la que nos cura de intolerancias excluyentes que hacen más mal que bien. La mejor cura para combatir prejuicios es la convivencia, todos podemos evitarlo. Para mi trabajo pediría folios ya que hace unos días leí que unos compañeros se los pedían al Ministro, pero como deduzco que él tendrá otros asuntos más importantes y ya estará resuelto el tema papelería, voy a pedir un «Ángel Custodio» para cada ciudadano que nos reclama.

Porque siempre estamos, aunque digan que somos pocos y no nos ven, estamos en cada llamada detrás de un teléfono de atención prioritaria, con cada niño en un colegio evitando el acoso escolar, con cada víctima de violencia de género por ellas y para ellas, investigando, previniendo, protegiendo en coche, en moto, a caballo y a pie. Siempre estamos y siempre estaremos.

Y por último, creo que me queda un deseo, uno bien grande y para todo el mundo. ¿Qué podría pedir yo? En este caso he querido recurrir a un profesional de los sueños, mi hijo. Él sin dudar ha dicho que le quitaría el oro a Gaspar para dárselo a los pobres y lo que sobrase a los que roban para que dejasen de robar. El niño, pensando en la estadística.

Y extrapolando su deseo, creo que lo mejor y más valioso que puedo pedir es que mejoremos nuestra empatía, como profesionales y como personas, nuestra capacidad para percibir, compartir y comprender lo que otros puedan sentir. Cuando eres policía aprendes a ver el mundo a través de los ojos de los demás para defenderlo como si fuese tuyo.

Ver todas las cartas...