Riegos de Levante lleva cien años defendiendo los intereses de los agricultores de la provincia. Su presidente, Javier Berenguer, admite que «no ha sido nada fácil». «Hemos sobrevivido bajo dictadura y república y desde hace cuarenta años ya en democracia», enumera para enfatizar la hazaña.

Esta comunidad de regantes, la más grande de Europa, agrupa a 22.000 agricultores, riega los cultivos de más de 25.000 hectáreas desde Orihuela hasta San Vicente del Raspeig y tiene su sede en Elche. Su supervivencia se debe a que los comuneros han sabido «adaptarse a las necesidades de cada momento», destaca su presidente.

A lo largo de su historia, Berenguer habla de dos revoluciones. La primera se produjo en 1979 cuando llegó el trasvase Tajo-Segura, que transformó el Campo de Elche y los regadíos del Segura. Y la segunda se producirá en breve. En la línea de adaptarse a las necesidades, Riegos de Levante ya ha licitado una planta desalinizadora para abastecer de la mitad del agua que utilizan los regantes al cabo del año. «Tenemos que dar respuestas y garantizar que Riegos de Levante continúe cien años más», afirma su responsable. Así, ante «los efectos del cambio climático unido a que no sabemos qué va a pasar después de haber estado once meses sin recibir agua del trasvase y que ningún gobierno nos garantiza nada hemos impulsado este proyecto», argumenta Berenguer. No es un proyecto pequeño. La planta costará unos diez millones de euros que los regantes pueden asumir gracias a las indemnizaciones que recibirá del Consell tras la prohibición de la caza en el Parque Natural del Hondo de Elche-Crevillent, que ascienden a once millones de euros.

«Las familias de 22.000 agricultores y de los trabajadores de la comunidad dependen de nosotros y no podemos estar esperando las decisiones del gobierno de turno sobre el trasvase porque al final acaban utilizando el agua como arma política», argumenta Berenguer para defender esta gran inversión de cara al presente y al futuro.

Los cultivos que crecen bajo el paraguas de Riegos de Levante son mayoritariamente hortalizas, cítricos y granados y junto a las huertas de Almería y Murcia componen «la despensa de Europa». Su principal reivindicación ha sido desde su fundación obtener los recursos hídricos necesarios para seguir produciendo y ha demostrado ser un ejemplo en el consumo responsable de un bien tan preciado como el agua que se destina a la agricultura.

Además, Riegos de Levante es la propietaria mayoritaria y gestiona los recursos del parque natural de El Hondo bajo la premisa del respeto al entorno y al medio ambiente.

Una gran hazaña

Joaquín Melgarejo Moreno, director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales de la Universidad de Alicante

En 1918 surgió la Compañía Riegos de Levante S.A. y en 1940 la Comunidad de Regantes Riegos de Levante Margen Izquierda del Segura, que derivarán posteriormente, tras muchas vicisitudes, en la actual Comunidad General de Regantes Riegos de Levante Izquierda del Segura, constituida el día 23 de noviembre de 1991. Se trata de una de las mayores comunidades de regantes de España y la principal de la provincia de Alicante. La zona regable tiene una extensión de 31.600 hectáreas, siendo la superficie efectiva de riego de 25.000 hectáreas.

La escasez de recursos y la búsqueda de soluciones de todo tipo a esta penuria será el hilo conductor de la historia de esta gran hazaña de transformación de secano en regadío de buena parte de la provincia de Alicante.

Los Riegos de Levante fueron inaugurados por Alfonso XIII el 31 de enero de 1923, siendo declaradas sus obras de interés público y comenzando su explotación en ese mismo año. Se concertó para ello con la Sociedad Eléctrica de Los Almadenes, propietaria del salto de dicho nombre instalado en el río Segura, el suministro de la energía necesaria para el accionamiento de las centrales elevadoras. Ambas sociedades se fusionarían posteriormente bajo el nombre social de Compañía de Riegos de Levante. Unos años después de que la empresa comenzase su andadura, los canales de riego cubrían ya 25.000 hectáreas y en 1945, según las ordenanzas de la Comunidad, ascendía la superficie «regable» a 39.296,7 hectáreas, distribuidas en 15 términos municipales de la provincia de Alicante. Se creó un espacio regable muy superior a las posibilidades de obtener recursos hídricos suficientes para alimentarlo, pues todas las ampliaciones se realizaron sin que se produjera en paralelo un aumento de la dotación de agua. Por ello, no pudo abordarse una profunda transformación del espacio agrícola, que quedó como un campo regado, cuyas cosechas se identificaban más con las del secano colindante que con las de la huerta.

El sistema se abastecía de las aguas sobrantes del río Segura que eran elevadas hasta el embalse de El Hondo, Parque Natural de El Hondo. Es una zona húmeda de 2.387 hectáreas creada artificialmente. Tiene como función principal la de embalsar agua para su posterior uso en las aproximadamente 30.000 hectáreas de cultivo gestionadas por la Comunidad General, pero su valor ambiental y paisajístico ha permitido generar una simbiosis entre la actividad humana y la preservación del medio ambiente, desarrollándose un maravilloso ecosistema.

En 1979 llegaron las aguas del trasvase Tajo Segura, que transformaron radicalmente las explotaciones agrarias de la Comunidad General, ya que se trataban de aguas de gran calidad que además no precisaban de elevaciones extraordinarias, como sucedía con las procedentes del río Segura que eran elevadas y distribuidas desde El Hondo. El Trasvase es el auténtico motor que mueve toda la actividad agraria de esas 25.000 ha regadas desde Orihuela hasta San Vicente del Raspeig, cuyo centro de decisión desde su origen se encuentra en Elche.

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