«En dos generaciones tendremos solución a la mayor parte de las causas de la ceguera a través de la terapia génica y las técnicas de visión artificial que abren un nuevo camino a la solución si no total al menos parcial», calcula el oftalmólogo Jorge Alió, referente mundial en investigación y cirugía del ojo. Las terapias génicas a través de la regeneración de tejidos y las técnicas de visión artificial que estimulan el nervio óptico para enviar información al cerebro posibilitarán, en opinión de este experto, que casos de ceguera hoy día irremediables puedan al menos distinguir formas.

El catedrático de Oftalmología de la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) ha sido nombrado como el décimo profesional más influyente del mundo de la oftalmología, ha entrado en la lista Forbes de los cien mejores médicos de España y es el único español galardonado por la Academia Americana de Oftalmología, entre otros reconocimientos. Afirma llevar las distinciones «con orgullo, pero también con mucha responsabilidad y un mayor compromiso con la profesión» por la trascendencia que puedan tener sus opiniones en otros especialistas.

Además de su dilatada trayectoria profesional en el doctor Alió está muy presente también su vertiente solidaria a través de una fundación que lleva más de veinte años funcionando y trabaja para mejorar la salud ocular tanto en España como a nivel internacional.

Sus principales líneas de investigación se dirigen a la cirugía corneal, refractiva y de catarata con lentes intraoculares. «Trabajamos en varias líneas de forma paralela. Lo más novedoso en los últimos diez años es la cirugía regenerativa de la córnea con células madre. Estos trabajos ya están publicados en tres revistas científicas y será una realidad en España tras los permisos necesarios», indica Alió. El oftalmólogo explica que con ello «se abre la posibilidad de reemplazar tejidos afectados sin necesidad de recurrir a donantes, lo que supone un cambio radical en las terapias de la córnea».

El doctor Alió descubrió su pasión por la Oftalmología en Texas mientras disfrutaba de una beca. «Es una especialidad en la que el mismo médico lleva el diagnóstico, el tratamiento y la cirugía. Eso te hace entender mejor las cosas», reflexiona. Además, «ver cómo una persona recupera la visión es una de las mayores alegrías que puedes tener en la vida», afirma. Y ha tenido varias. Este reconocido oftalmólogo ha intervenido a unos 50.000 pacientes, muchos de ellos «sin solución, de los que habían sido descartados». En especial recuerda a una chica joven que padecía una malformación congénita a la que practicó una cirugía «muy compleja». «Tras la operación pudo ver un 0,2 e incluso tuvo que pedir permiso para poder continuar en la ONCE», destaca. También, dentro del ámbito de la cooperación internacional, resalta la labor en la clínica que su fundación abrió en Mauritania. «Allí tenemos casos de personas ciegas bilaterales totales de entre 40 y 50 años de edad porque no podían ser operadas de cataratas. Ver cómo al día siguiente ya son capaces de reconocer a sus familiares es indescriptible», comenta. Asimismo, Alió la viajado a Irak para ayudar a soldados heridos en la guerra con problemas que requerían reconstrucciones y cirugías complicadas. «La operación más reciente en Abu Dhabi también ha sido muy emotiva porque aparte de superar problemas de varias subespecialidades al paciente le pusimos el color de ojos de su padre».

«Satisfacciones médicas como estas compensan cada hora, día, mes y año que he dedicado a mi formación», afirma el oftalmólogo.

Compromiso con la innovación

Bernat Soria, director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa y exministro de Sanidad

Conozco al profesor Jorge Alió desde hace más de treinta años. La casualidad quiso que sus oposiciones de acceso a la Cátedra de Oftalmología de la Universidad de Alicante coincidiesen en el tiempo con las mías a la Cátedra de Fisiología. Hemos sido por lo tanto compañeros en la Facultad de Medicina. A lo largo de este tiempo hemos cultivado una amistad que en estos últimos años se ha visto reforzada por la colaboración científica en el ámbito de las terapias avanzadas, en concreto en el uso de las células madre para regenerar la córnea.

En unos meses se empezará un ensayo clínico autorizado por la Agencia del Medicamento y Productos Sanitarios. Insistir en los más de 400 trabajos e innumerables premios nacionales e internacionales no descubriría a los lectores del Diario INFORMACIÓN nada nuevo. Que INFORMACIÓN le conceda la distinción de «Importante» es lo correcto. Me siento particularmente orgulloso de compartir con mi amigo Jorge dos distinciones: la que hoy nos ocupa y el Premio Alberto Sols que recibirá en breve. Toda trayectoria tiene matices, luces y sombras, pero en este caso me gustaría destacar:

1.- Su compromiso con la innovación: incorporando técnicas y métodos que le han convertido en uno de los líderes mundiales de la Oftalmología; 2.-Su trabajo solidario, que con la inestimable ayuda de su esposa y compañera María, lleva a los más necesitados, independientemente de su origen o país de residencia y 3.- Su forma positiva de enfrentarse a los problemas, con dedicación, respeto a los demás y visión estratégica. Es una suerte tener en Alicante a alguien como el doctor Alió y un honor ser su amigo.

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