La naviera alicantina Baleària, con sede central en Dénia, ha demostrado su vocación de liderazgo en el sector del transporte marítimo de pasajeros y carga desde que su presidente, Adolfo Utor, la creará en 1998, herencia de la antigua Flebasa. Desde entonces, la compañía ha registrado una dinámica de continuo crecimiento, que la ha situado a día de hoy como la empresa que más pasajeros marítimos mueve en la Comunidad y una de las principales en el sector español, teniendo, además, presencia en cinco países.

Cuenta con 20 delegaciones, 18 rutas operativas, 25 buques y 1.500 trabajadores. El último balance de la compañía no puede ser más favorable: un 10% más de pasajeros, vehículos y carga rodada, alcanzando así los 3,5 millones de viajeros, los 750.000 vehículos y los más de cinco millones de metros lineales de mercancías en todas las rutas que opera a nivel nacional (Islas Baleares, Ceuta y Melilla) y a nivel internacional (Estados Unidos- Bahamas, Marruecos y Argelia).

Inició su singladura con las conexiones a Baleares: Dénia-Ibiza y Palma e Ibiza-Formentera. De hecho, las distintas conexiones con estas

islas -que se han ido ampliando con el tiempohan contribuido a su liderazgo y destacado posicionamiento en el sector. Pero a aquellas rutas

iniciales se han ido sumando otras. Hoy opera, además, en Barcelona y València. Baleària dio el salto internacional en 2003, con la primera línea a Tánger. Ceuta y Melilla se añadieron en años posteriores y la ampliación de estas líneas le ha convertido en uno de los mayores operadores del Estrecho de Gibraltar. Desde 2011, con la filial Baleària Caribbean, navega entre Estados Unidos y Bahamas. Una presencia en el Caribe que le impulsa a reforzar su internacionalización, ya que la apuesta de Utor es ampliar la presencia con Bahamas y operar tráficos con Puerto Rico, República Dominicana y Cuba, además de consolidar su presencia en el norte de África.

En esta intensa trayectoria, 2017 supuso un ejercicio clave en su estrategia de expansión. En febrero, Baleària anunció un plan estratégico

para 2017-2021 que suponía una inversión de 450 millones destinados a nueva flota, modernización de buques y construcción de nuevas terminales inteligentes. El pasado año inició la línea internacional desde Nador, pero también se afianzó la apuesta de la empresa por la eficiencia energética y la innovación. En diciembre, presentó un «eco fast ferry» para la ruta Ibiza-Formentera. Una embarcación que es la primera de las cuatro previstas, de dimensiones más pequeñas, pero que aportan más rapidez e innovación en los materiales. No obstante, el gran reto de 2017 ha sido la construcción de dos «smartships» propulsados por gas natural licuado, que se presentarán este año. Proyecto pionero en el sector que sustenta la apuesta de la compañía por la eficiencia energética, el empleo de energías renovables y la innovación. Además, Baleària incide en su compromiso con la responsabilidad social corporativa (RSC).