«El objetivo es convertirnos en líderes mundiales de proveedores de acceso al espacio». Como dice el anuncio, no tenemos sueños baratos, pero el de Raúl Verdú y su socio y también cofundador de PLD Space, Raúl Torres, no se cubre ni con el gordo de la Lotería. Pero no lo necesitan; el detalle del plan con que piensan conseguirlo ha convencido ya a suficientes patronos e inversores como para que puedan seguir pensando a lo grande unos cuantos años más.

La idea, en fase de desarrollo avanzado, es factible: «transportar objetos pequeños, como satélites al espacio», cuenta Verdú. Gracias a la misma tecnología que ha concentrado superordenadores en móviles, los satélites han concentrado muchas de sus virtudes en objetos de menos de 150 kg. Si la misma lógica minimalista se aplica a la fuerza motora que los transporta hasta la exosfera, aparecen los cohetes «low cost» de PLD: recogen, transportan la carga y regresan a tierra a por un nuevo encargo, abierto a todos tipo de clientes.

«El acceso se ha democratizado a un espacio que es, por tratados internacionales, de todos», asegura Verdú.

La osadía espacial de estos jóvenes ingenieros de la UMH tiene premio en su provincia. «Nuestra empresa nace internacionalizada y nosotros pensamos a escala global. Pero pasamos el día en el Parque Científico de Elche, nuestro corazoncito está aquí y es un orgullo enorme que se nos reconozca a nivel territorial», afirma Verdú.

Subir satélites para vigilancia y otros usos de un cohete

Telecomunicaciones, investigaciones científicas o empresas de seguridad y transporte pueden ver muy interesante tener un pequeño satélite recogiendo datos. «El espacio no se puede comercializar, pero la actividad que se realiza allí sí. Nuestros clientes son desde empresas de fotografía hasta navieras: imagina un ataque a un carguero que normalmente puede tardar días en ser descubierto. Ahora pueden saberlo al instante», cuenta Verdú.