El atractivo de la Costa Blanca no está sólo en sus playas, sus fiestas y en sus monumentos, también se encuentra plasmado en la estupenda gastronomía, donde la variedad es una característica más, ya sea por las diferentes lugares que la componen o por los matices gastronómicos propios de cada una de ellas.

La cocina de Costa Blanca se convierte en una razón más para visitar cualquiera de sus poblaciones. Tradición, buen suelo y mejor clima es el secreto de muchos de los productos con Denominación de Origen que crecen y se elaboran en diferentes localidades de la provincia de Alicante. Ahí está el níspero de Callosa d'En Sarrià, el turrón de Jijona y Alicante, las Cerezas de la Montaña de Alicante, la Uva Embolsada del Vinalopó, las Bebidas Espirituosas de Alicante, los Vinos de Alicante y la Granada Mollar de Elche.

Unos vinos que ya han cosechado numerosos premios y que van desde el moscatel hasta los rosados y licores, con un vino de origen exclusivo como es el Fondillón. Y que para estar más cerca de los consumidores abre las puertas de las bodegas con el objetivo de potenciar otro tipo de turismo, con la denominada Ruta del Vino, que se extiende desde Pinoso hasta la Marina Alta y El Comtat.

Fruto de la tierra y el mar, hay muchos productos por probar en la gastronomía de la Costa Blanca, la gamba roja de Dénia, el langostino de Guardamar del Segura, las peladillas de Alcoy, los dátiles de Elche, el chocolate de La Vila Joiosa o el helado de Ibi, y un sinfín de productos de la tierra y del mar que enamoran a todos los paladares.

La gran variedad de platos que se reparten por la provincia cuentan con estos productos y con muchos más con los que elaboran desde la cocina más tradicional a la más innovadora. El abanico de experiencias que ofrece la Costa Blanca gusta hasta los paladares más exquisitos, tanto es así que se han posicionado en los mapas gastronómicos internacionales. Desde los guisos de la abuela en la montaña, hasta la cocina de vanguardia, los laureados cocineros y cocineras llevan al visitante por un sendero de colores, sabores y texturas que quedarán anclados en su recuerdo de por vida, como una experiencia única y singular que finalmente ansiará repetir.

Las zonas del litoral son las más visitadas en verano, y en ellas los restaurantes, chiringuitos y bares ofrecen siempre lo mejor que llega desde el mar que tienen en frente. Mariscos, pescados y productos de las lonjas son los protagonistas de las comidas y cenas a orillas del mar. No faltan sobre la mesa los arroces, con una variedad casi infinita y que se cocinan de diferente manera de norte a sur de la provincia Siempre maridados por los mejores vinos tintos, rosados, blancos o mistelas que vienen respaldados por afamados premios.

Buena restauración a cada paso

La posibilidad de restaurantes y tiendas de comida que se puede encontrar a lo largo de toda la Costa Blanca es innumerable, ya sea en Benidorm, en Altea o en Alicante, la comida se convierte en un verdadero placer, con una gama variada de buenos y exóticos restaurantes, de todos los precios y calidades, buena atención y un excelente ambiente para degustar y asegurar la complacencia de los más exigente paladares.

Excelencia culinaria por toda la provincia

Alicante es mucho más que arroces, de los que la provincia cuenta con una gran variedad, y productos de mar. Alicante es dieta mediterránea, verduras, frutas, exquisitez, buena cocina, tradición, investigación y profesionalidad. Lo demuestran las diez Estrellas Michelín que cuelgan de seis establecimientos. Quique Dacosta con tres en su restaurante de Dénia, Kiko Moya de L'Escaleta de Cocentaina y Alberto Ferruz del Bon Amb de Jávea, con dos y Pepa Romans de Casa Pepa de Ondara, Susi Díaz de La Finca de Elche y María José San Román del Monastrell de Alicante, con una cada uno.