Quizás las cuevas no son tan conocidas por los ciudadanos, turistas o habitantes de la provincia, pero hay un ramillete de cavidades visitables que jalonan nuestra geografía y que nos acercan a una parte del pasado geológico más remoto de esta tierra. Todo un mundo interior, siempre atractivo y misterioso. Son monumentos naturales que sin duda merece la pena visitar, que invitan a recorrerlas en silencio como si de catedrales, en este caso subterráneas, se tratasen.

Hemos seleccionado cuatro de estas cuevas de la provincia de Alicante que permiten ser visitadas por todo tipo de público. Por supuesto que existen otras, pero algunas de ellas están destinadas a profesionales, personas forjadas en esa especialidad científico-deportiva que es la espeleología.

1) La Cueva del Rull

Se encuentra situada en el municipio de La Vall d'Ebo. En cuanto a sus rasgos geológicos, decir que la Cueva del Rull está desarrollada en conglomerados calcáreos de edad miocena (entre 23,5 y 5,3 millones de años de antigüedad) y se localiza en la unidad geológica del Prebético. Presenta abundantes espeleotemas con orígenes y morfologías variadas como son las estalagmitas, estalactitas, coladas, banderas, etcétera. La cueva fue descubierta por José Vicente Mengual, conocido por el Tío Rull, en 1919 cuando salió a cazar conejos. En los años 60 se acondicionó la cueva para ser visitada y permaneció abierta al turismo hasta 1970. Más tarde fue propiedad de sus herederos y en 1995 se vendió a la Administración Pública y abrió de nuevo al turismo, después de adecuar sus instalaciones de acuerdo con la normativa vigente de seguridad y servicios turísticos. Todas las visitas se realizan con acompañamiento de un guía especializado

2) La Cueva de Las Calaveras

La Cueva de las Calaveras se ubica en el término municipal de Benidoleig, en la comarca de la Marina Alta. Se trata de una cavidad con gran valor geológico y arqueológico, debido a los importantes hallazgos en su interior. La entrada de la cueva está localizada a una altura de 70 m sobre el nivel del mar y presenta un desarrollo de 400 m de longitud, pudiendo superar los 50 m de altura en algunos puntos.

Conocida desde la antigüedad, fue A.J. Cavanilles el primero que relata el hallazgo de restos arqueológicos al realizar perforaciones en busca de agua, en 1768. Además de los restos paleolíticos y eneolíticos, se han encontrado también importantes restos paleontológicos de hienas, caballos, osos, toros, hipopótamos y rinocerontes, depositados en el museo de Alcoy.

3) Cueva de Adsubia

Se encuentra situada en las inmediaciones de la población de Adsubia, en la comarca de la Marina Alta. Es conocida por los nombres de Cueva de Adsubia o Cueva de Canalobres, pero no debe confundirse con las Cuevas de Canelobre situadas en el Cabeçó d´Or. La cueva presenta un recorrido de, aproximadamente, 80 m y unos 15 m de profundidad.

Esta cueva es un perfecto ejemplo de un pequeño rincón subterráneo que esconde valiosos tesoros naturales que harán de la visita una gran experiencia turística.

4) Las Cuevas del Canelobre

Las Cuevas de Canelobre son uno de los principales atractivos turísticos no solo de Busot, sino de toda la provincia de Alicante. Emplazadas a 700 metros de altitud en la ladera septentrional de la sierra Cabeçó D´Or -uno de los escasos relieves jurásicos del Prebético en la provincia- son un magnífico ejemplo de cavidad kárstica.

Dentro de las cuevas existe un espacio de más de 80.000 m² al que se puede acceder por un túnel de 45 metros, en el que el agua y la roca han dado lugar a impresionantes formas como estalactitas, estalagmitas, columnas y medusas, entre muchas otras.

Las Cuevas de Canelobre albergan en su interior una de las bóvedas más altas de toda España, con una altura de 70 metros, lo que parece la auténtica bóveda de una catedral. Como elementos destacados podemos nombrar la «Sagrada Familia», un conjunto en el que destaca una columna rocosa de más de 25 metros de altura, y «El Canelobre», una estalagmita en el centro de la sala que tiene una antigüedad de más de 100.000 años. Además de la sala visitable, las Cuevas de Canelobre tienen habilitadas algunas zonas para la práctica de la espeleología, convirtiéndose en un destino muy apreciado por los amantes de este deporte. Y debido a su impresionante acústica, las Cuevas de Canelobre son con asiduidad el escenario perfecto para numerosas actuaciones musicales.