Se prevé que para el año 2030 los edificios deban ser de consumo positivo, es decir, que sean autosuficientes y además puedan exportar el exceso de energía. Desde la Primera Conferencia Internacional de la Eficiencia Energética celebrada hace ya 18 años, expertos y gobiernos trabajan para reducir el consumo de energía y combatir el cambio climático. En el caso de la UE se ha acordado la obligación de que todos los edificios nuevos sean de consumo de energía casi nulo a partir de 2020 (R.D. 564/2017).

¿Ciencia ficción? Para alguien ajeno a la materia podría parecerlo, pero en realidad es posible conseguir un edificio que no consuma energía con los medios y tecnologías que son ya habituales en la construcción. Desde hace tiempo los Arquitectos Técnicos han incorporado la eficiencia energética a su formación para poder afrontar este reto.

La metodología para conseguir un edificio de consumo de energía casi nulo es sencilla: primero es necesario adecuar el edificio al clima donde se ubica, es decir, estudiar las temperaturas, humedad, vientos, sombras arrojadas por el entorno y a partir de ahí diseñar una ´piel´ del edificio con un aislamiento adecuado y una buena orientación, dotándolo de huecos y elementos de sombra que consigan proteger del soleamiento en verano y aprovechar su calor en invierno. A priori esto parece de sentido común, pero paseando por cualquier ciudad podremos apreciar cómo se repite la estética de los edificios sin importar la influencia del entorno. Con este primer paso lo que se consigue es una demanda baja, es decir el edificio se mantiene caliente en invierno y fresco en verano con un aporte pequeño de energía.

El segundo paso es instalar sistemas de calefacción, agua caliente y refrigeración muy eficientes que consuman muy poca energía y que ésta provenga de fuentes renovables como son la fotovoltaica, aerotérmia, geotérmica o la biomasa.

De igual manera se actúa en edificios existentes donde se pueden conseguir reducciones en los consumos de entre el 20% y el 60% (según datos proyecto europeo TABULA). Para ello, es necesario que un profesional formado en eficiencia energética realice un estudio personalizado y proponga distintas soluciones valorando el periodo de amortización de la inversión en base a los ahorros que se obtendrán en las facturas. De esta manera los propietarios podrán elegir la que mejor se adapte a sus bolsillos.

El Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Alicante (COAATIEA) cuenta con un gran número de profesionales con formación en eficiencia energética para asesorar a propietarios y promotores, y de esa forma contribuir entre todos a reducir el consumo de nuestros edificios.