El sector del transporte representa actualmente un 2,9% del PIB nacional, y el 94% de las toneladas transportadas se desplazan por carretera, según datos del Observatorio del Transporte y la Logística en España elaborado por el Ministerio de Fomento, de lo que se deduce la importancia de esta actividad para el correcto funcionamiento de la economía.

Siendo uno de los motores de generación de empleo, dando trabajo a 575.300 personas según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2018, lo que supone un aumento del 2,7% interanual. Además, el transporte de mercancías por carretera creció un 3,6% en términos de toneladas por kilómetro y un 2,1% de toneladas transportadas en 2016 (últimos datos recogidos en la Encuesta Permanente de Mercancías por Carretera).

De hecho, trasladar mercancías de una punta a otra de una ciudad o a cientos de kilómetros de distancia es una de las actividades que gana cada vez más peso en la riqueza de los países.

A pesar de que la crisis ha hecho desaparecer un gran número de pequeñas empresas sigue siendo un sector muy atomizado, aunque la tendencia apunta hacia un tejido empresarial más centralizado en grandes empresas, ya sea con flotas propias o bien dedicadas a la subcontratación.

Un sector que en la actualidad se enfrenta a retos como: la subida del diésel; la implantación de la euroviñeta en Francia; el desvío obligatorio hacia las autopistas de peaje; «la última milla»; o la digitalización.

Además, se ha retrasado la entrada en vigor del Reglamento de Ordenación de los Transportes Terrestres, prevista para principios de año, por lo que no termina de estar claro si se ampliará la masa máxima de los vehículos de mercancías por carretera hasta las 44 toneladas, por lo que la situación normativa del sector se halla en un momento de incertidumbre.

Los 7 grandes retos del transporte de mercancías

1- Subida al impuesto del gasoil de hasta 4,8 céntimos por litro, podría afectar al 88% de los transportistas de nuestro país, que en su mayoría son autónomos. En la mayor parte de los casos estos tendrán que asumir ese incremento de manera individual, salvo que decidan repercutir esta subida en sus tarifas, algo poco probable.

2- La sociedad reclama mayor responsabilidad de todos los actores económicos respecto al cambio climático. El transporte debe orientarse hacia una utilización más eficiente de los recursos, por lo que es prioritario tratar de optimizar las cargas y reducir los kilómetros en vacío que realizan los vehículos. De este modo se reducirán también las emisiones de gases contaminantes y los costes de los transportistas, a través del ahorro de combustible.

3- Megacamiones. Algunas grandes flotas ya están incorporando a sus flotas estos vehículos que permiten un transporte de mayor volumen a menor precio. Ahora bien, el mayor reto corresponde a los transportistas autónomos por su elevado coste.

4- Desvío obligatorio a autopistas de peaje, recientemente se daba luz verde al Real Decreto por el que se podrá obligar a los camioneros desviarse a autopistas de peaje por razones de seguridad, fluidez de tráfico o motivos medioambientales. Esto supondrá un incremento de entre 12 y 15 céntimos por kilómetro recorrido.

5- Euroviñeta. Desde enero circular por las carreteras del país galo costará entre 430 y 1.200 euros más al año por camión.

6- La última milla. Las restricciones al tráfico en la almendra central de las grandes capitales supondrá una importante traba para los profesionales del transporte ligero.

7- Transformación digital. La tecnología está cada vez más presente: sistemas de geoposicionamiento y navegación; aplicaciones móviles para la gestión de cargas y el control de flotas; sistemas de trazabilidad para conocer el estado y la ubicación de la carga, pero quedan tareas como las cartas de porte electrónica (e-CMR) para mejorar el tracking o rastreo de los documentos y agilizar los procesos de facturación, contribuyendo a preservar el medioambiente.