Los equipos de protección individual son la última barrera para evitar lesiones laborales, sin embargo, las estadísticas de accidentes de trabajo siguen mostrando datos preocupantes.

En concreto, desde ASEPAL, la Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual, destacan que en los primeros once meses de 2018 el número de accidentes de trabajo con baja ha sido de 399.312, un 3,6 % más que en el mismo periodo de 2017, mientras que el de accidentes de trabajo sin baja fue de 482.449, un 1,2 % menos, según las estadísticas de accidentes de trabajo correspondientes al periodo enero-noviembre de 2018 que ha publicado el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

Son cifras preocupantes que ponen de relieve que aún es necesario incidir en la concienciación sobre seguridad laboral y la utilización de los equipos de protección individual. «Los EPI son imprescindibles para evitar un gran número de accidentes laborales, pero no todas las empresas y profesionales autónomos conocen a fondo los EPI existentes, sus funciones y la obligatoriedad de uso», explica Luis Gil, secretario general de ASEPAL.

Tal y como recuerdan desde la asociación, las empresas y trabajadores deben ser conscientes de la importancia de usar los elementos adecuados de protección según su actividad diaria.

Sin embargo, España sigue registrando algunas de las peores cifras de siniestralidad laboral de la Unión Europea. En concreto, de los accidentes que implicaron baja, se produjeron 2.629 graves y 327 mortales. «Es necesario concienciar a la sociedad y reforzar el sistema de prevención de riesgos laborales.

Además, el Gobierno debe impulsar nuevas políticas para reducir y prevenir los accidentes laborales», añade Luis Gil.

Datos por sectores

La industria manufacturera es la actividad con mayor número de accidentes con baja, número que asciende a 41.105 accidentados.

El sector del comercio y de la construcción se sitúan en el segundo y tercer puesto, con 29.580 y 26.010 accidentados, respectivamente. El sector servicios es en el que más accidentes laborales mortales se han registrado.

Aunque en el resto de sectores la tasa de mortalidad ha disminuido, en la industria se han registrado 40 fallecimientos, y en construcción y sector agrario, 29 y 23, respectivamente.

¿Qué son los equipos de protección individual?

Los EPI son aquellos dispositivos o medios de los que dispone una persona con el objetivo de protegerse de uno o varios riesgos que puedan afectar a su salud y seguridad. Debidamente certificados y adecuados al puesto laboral, los EPI ayudan a reducir el riesgo de sufrir lesiones o evitar posibles accidentes.

«A la hora de seleccionar un EPI, siempre se deben conocer al detalle todas las características asociadas a la tarea y al trabajador», señala Luis Gil.

Pese a que todo accidente puede ser evitado y teniendo en cuenta que el EPI constituye el último recurso preventivo, cuando se recurre a su uso se debe tener en cuenta que este constituye la barrera final para evitar daños a la salud y seguridad del trabajador.

Desde ASEPAL recuerdan la importancia de seleccionar el equipo adecuado según el puesto de trabajo, sin ahorrar costes.

La seguridad de las personas en el trabajo, la prioridad de Farell

Farell Suministros Industriales sabe bien que la protección laboral representa un activo necesario para el desarrollo responsable de las empresas, además del cumplimiento de las obligaciones legales.

Cuidar del equipo, de las personas, de su seguridad y de su bienestar asegura unos resultados óptimos en todos los sectores laborales, desde la construcción, el metal o el sector servicios.

Para esta empresa de suministros industriales que lleva más de 75 años dando respuesta a las necesidades de sus clientes con más de 25.000 referencias vivas, los elementos de protección colectiva y los equipos de protección individual -EPI- son prioritarios en su catálogo de productos, y han sido escogidos de entre los mejores proveedores y marcas del mercado, pensando en todo momento en la exigencia y satisfacción de los clientes.

Farell cuenta con todo tipo de equipamiento para trabajar en las mejores condiciones, y con la más amplia gama del mercado en arneses y cascos de seguridad, guantes, calzado, mascarillas, gafas, protección auditiva, rodilleras, vestuario o pantallas. Todo lo necesario para hacer del trabajo un espacio cómodo y seguro.

Ingenieros Civiles: 60 años como técnicos en prevención

El Decano de Alicante del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas e Ingenieros

Civiles (CITOPIC, destaca la labor en prevención de estos profesionales:

Desde 1958 nuestros ingenieros civiles planifican y dirigen la prevención de riesgos laborales en todo tipo de obras: infraestructuras y edificios, públicos o privados, rehabilitaciones y reformas, actuaciones que son objeto del vigente Real Decreto 1627/97.

Sin embargo, la formación avanzada del ingeniero civil y técnico de obras públicas también le ha hecho protagonista de la prevención de riesgos en todo tipo de industrias y comercios, en general allá donde se desarrolla cualquier actividad de gestión y económica, pública o privada, intervención particularmente notoria desde la promulgación en 1986 de la Ley de Atribuciones Profesionales de los Ingenieros Técnicos.

La formación del ingeniero en el campo de la Seguridad y Salud viene completado por los máster post-grado en Prevención ya absolutamente generalizados en nuestras Escuelas Técnicas Superiores y se ve actualizada a través de los cursos que, sobre la materia, periódicamente se imparten en el aula de formación de nuestra sede colegial de Alicante.

Cursos que incluyen los contenidos y directrices del INVASSAT, comisión técnica oficial que asesora a la Inspección provincial de Trabajo.

Contratar hoy en día a un ingeniero civil o técnico de Obras Públicas resulta una garantía de calidad y de servicio en cualquier ámbito de la construcción civil, incluidas la planificación y gestión de la prevención de riesgos laborales.

Y en esta particular faceta, de tal calado y demanda, el Colegio que represento dispone de una Comisión de expertos que viene asesorando a la Corporación, a sus profesionales y a las empresas, de forma ininterrumpida, desde la aprobación del Real Decreto 1627/1997 sobre disposiciones de seguridad y salud en obras.

Gracias a la calidad de su labor en Prevención de Riesgos y al reconocimiento social de la trayectoria generalista de esta profesión, regulada y colegiada desde 1958, es sin duda el Ingeniero Civil y Técnico de Obras Públicas la actual e indiscutible referencia de la ingeniería española, en trance de convertirse en los nuevos «ingenieros de cabecera» del siglo XXI.