Quizás por la monotonía del día a día, o porque desde hace años decidiste irte a vivir lejos del mundanal ruido de la urbe, lo cierto es que muchas veces no se es consciente de lo poco que conocemos nuestra ciudad.

Basta fijarse de vez en cuando en ella para darse cuenta de su evolución: calles que han cambiado su nombre, nuevas fachadas de edificios y establecimientos, rotondas, monumentos.

Pon a prueba tu capacidad de ubicación y tu memoria fotográfica sobre Alicante a través de iconos relacionados con el agua.

Uno de los espacios menos conocidos y, sin embargo, con más historia sobre Alicante son los Pozos de Garrigós. La fotografía es de una de sus salas pues, actualmente, es un museo.

Se ubican junto al Museo del Agua, en la ladera del monte Benacantil. Se cree que al menos uno de estos aljibes data de la época de dominación musulmana, si bien en su configuración actual son del siglo XIX.

Excavados en la roca, tienen una capacidad de más de 800.000 litros y servían para almacenar agua de lluvia.

Puede que hayas visto esta construcción, similar a una choza, si has pasado por la plaza de l'Arquitecto Miguel López, frente a la antigua estación de Benalúa. Se trata de una antigua fuente que suministraba agua a los vecinos de la antigua avenida de Salamanca, allá por 1898. Aunque en 1923 dejó de verter agua, la caseta continúa en su lugar.

La fuente del Niño Flautista forma parte de la historia de los alicantinos. Las excavaciones para su instalación en el parque de Canalejas datan de 1942.

Esta fuentecilla de mármol blanco, que todavía conservamos gracias a diversas obras de restauración, procedía de la finca Buena Vista perteneciente a la familia Prytz, que la donó.

Enhorabuena si lo has acertado. Es el panel cerámico que se encuentra en la fuente de la plaza de Quijano. Procedente del cementerio de San Blas, desmantelado en los años 50, este panel representa a San Agustín con la mitra en la mano derecha y en la izquierda la Regla Monástica.

Chorros de agua de diversos tamaños y caudales en un entorno privilegiado. Se trata de la fuente de la "Pirámide" de La Isleta, que vino a sustituir en 2008 a un restaurante icono del boom turístico de los 70. La escultura de la Pirámide es del escultor Eusebio Sempere.