Hoy, 7 de noviembre, se conmemora el Día Mundial de la Calidad 2018. La Asociación Española de la Calidad (AEC), designada por la European Organization for Quality (EOQ), es la encargada de organizar en exclusiva para España el Día Mundial de Calidad, promulgado por la ONU en el año 1990.

La Asociación Española para la Calidad (AEC) celebra hoy el acto central del Día Mundial de la Calidad en España, un encuentro que reunirá a más 400 directivos, con el lema «Líderes Ocultos. Héroes de la Calidad», y contará con la participación de representantes de Unltd Spain, Cinfa, Grupo Actiu, Grupo Juste y Grupo PanStar.

El Día Mundial de la Calidad, que cuenta con Sus Majestades los Reyes como presidentes de honor, tendrá lugar a partir de las 9.30 horas en el Auditorio de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, en Madrid, y será inaugurado por el secretario general de industria y PYME del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, Raül Blanco; el presidente de la AEC, Miguel Udaondo; el presidente de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, Jaime Sánchez Revenga; y el director general de UNE, Javier García.

La cita se centrará en el liderazgo oculto, muy necesario para poder afrontar los retos y aprovechar las oportunidades para hacer frente a los cambios de paradigma que viven las organizaciones.

En concreto, se va a «homenajear» a eso profesionales que de una forma «silenciosa y discreta» lideran la transformación y el éxito de sus organizaciones, y que tienen la Calidad grabada en su ADN.

Además, en la cita se va a dar una especial relevancia a esos líderes ocultos que son emprendedores en un entorno social, participarán en esta cita representantes de Adopta un abuelo y Kilisun.

Durante la celebración del Día Mundial de la Calidad se hará entrega del Premio Líder en Calidad 2018 que reconoce la labor del responsable de calidad de una organización, capaz de gestionar, liderar equipos y aplicar las herramientas necesarias para adaptarse a los cambios que se producen.

Lokímica, la empresa con más experiencia en la lucha Antivectorial del levante español

La firma alicantina Laboratorios Lokímica, con más de cuarenta años dedicada al control de plagas y, por tanto, al servicio de la Salud Pública, es una empresa con un fuerte compromiso con la calidad del servicio unido a la protección medioambiental, pues entre sus objetivos se encuentra mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y la protección del medio ambiente.

El área de influencia de Lokímica se ha ido ampliando con el tiempo. La empresa se encuentra establecida sólidamente en la Comunidad Valenciana, Madrid, Región de Murcia, Andalucía, Castilla la Mancha, Baleares y Cataluña, y se puede afirmar que es la empresa con más experiencia en la lucha Antivectorial en toda la zona de levante español.

Sistema integrado de calidadLokímica tiene implantado un Sistema Integrado de Gestión de la Calidad y el Medio Ambiente basado en las normas internacionales UNE-EN 16636, ISO 9001, ISO 14001 y EMAS III, certificado por AENOR, y definido en un Manual desarrollado mediante Procedimientos e Instrucciones Técnicas Complementarias.

Este sistema se aplica a todas las actividades de la empresa, fabricación de biocidas, servicios de sanidad ambiental y prevención y control de legionelosis. Y cuenta con un equipo humano, integrantes del Departamento de Calidad y Medio Ambiente, que velan por su desarrollo y buen funcionamiento.

Minimizar los productos tóxicos

La producción de residuos tóxicos y peligrosos es el aspecto medioambiental más relevante derivado de las actividades que Lokímica realiza. Y es sobre este aspecto donde se hace más hincapié por parte del Sistema de Gestión Medioambiental.

Lokímica cuenta con un Plan de Minimización de Productos Tóxicos y Peligrosos exigente, donde se establecen una serie de objetivos de reducción de la producción de los diferentes tipos de residuos.

Certificados de calidad

Lokimica cuenta, además, con la certificación ISO 27001 de seguridad de la información, que exige medidas concretas que aseguren el correcto tratamiento y almacenamiento de los datos manejados.

Esta preocupación por disponer de los mayores estándares de calidad pone de manifiesto no solo la preocupación de Lokímica por estar alineada con el Esquema Nacional de Seguridad (ENS) que deben superar las administraciones públicas, sino por la propia privacidad de los ciudadanos.

Así, Lokímica se posiciona como una opción que va más allá del control de plagas y gestión de la sanidad pública, abarcando un proceso complejo donde se respetan los derechos y libertades frente a los ciudadanos, y se garantizan las mejores prácticas frente a los ayuntamientos y resto de administraciones públicas.

En relación al nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), Lokímica ha adaptado los procesos para su completo cumplimiento, y se encuentra diseñando los nuevos para implementar los principios de dicha normativa. De esta manera, la empresa se posiciona claramente preocupada por respetar las garantías y derechos de todos los ciudadanos.

La Mancomunidad de los Canales del Taibilla potabiliza agua para más de 2,5 millones de habitantes

La Mancomunidad de los Canales del Taibilla (MCT) tiene como función principal el abastecimiento de agua potable en red primaria (captación, tratamiento, conducción y almacenamiento en depósitos de reserva) con una población total atendida superior a los 2,5 millones de habitantes (3,1 millones en época estival).

Su ámbito geográfico se extiende por más de 11.000 Km2 repartidos entre tres comunidades autónomas (Castilla-La Mancha, Murcia y Valencia) y dos Confederaciones Hidrográficas (Segura y Júcar).

Para llevar a cabo esta misión el organismo dispone de seis plantas de tratamiento de agua potable, cuatro desaladoras, 500 kilómetros de canales, más de 3.000 kilómetros de conducciones, 222 depósitos y 74 estaciones de bombeo.

Las potabilizadoras del organismo Mancomunidad de Canales del Taibilla se ubican en las tres comunidades autónomas en las que el mismo tiene presencia: ETAP de Letur (Albacete), ETAP de Campotéjar y ETAP de Sierra de La Espada en Molina de Segura (Murcia), ETAP de Lorca (Murcia), ETAP de Torrealta en Orihuela (Alicante) y ETAP de La Pedrera en Jacarilla (Alicante).

Para garantizar el suministro de agua continental a las potabilizadoras, algunas de ellas disponen de balsones de seguridad ubicados aguas arriba de las mismas que se emplean para el almacenamiento de agua bruta previa a su tratamiento.

Esto permite disponer de una reserva de agua que garantiza el suministro desde la planta potabilizadora en caso de que se produzca un corte en los canales de distribución del Postrasvase Tajo-Segura. En función de la planta considerada la autonomía aportada por estos balsones oscila entre 4 -20 días, pudiendo acumular en conjunto un volumen total de almacenamiento de casi 2 hectómetros cúbicos.

Son precisamente las estaciones de tratamiento de agua potable las instalaciones en las que, en condiciones normales de explotación, se produce la mayoría del agua suministrada por la Mancomunidad, en torno a un 70% del total.

Caudales captados en el río Taibilla, el río Segura y los canales del Postrasvase Tajo-Segura son sometidos en estas instalaciones a un proceso de potabilización, transformando estas aguas continentales, no aptas para el consumo humano, en agua potable a la salida de las mismas.

Cómo se potabiliza el agua

El proceso de potabilización puede sintetizarse en tres subprocesos: oxidación de la materia orgánica, clarificación y desinfección.

- El proceso de oxidación de la materia orgánica se ha realizado tradicionalmente con cloro. La aprobación en el año 2.003 del R.D. 140/2003, como resultado de la transposición de una Directiva Europea, fija un nuevo marco legislativo en materia de agua de consumo humano que obliga a la mayoría de las estaciones de tratamiento de agua potable nacionales a reconfigurar sus instalaciones para asegurar el cumplimiento del mismo.

- El proceso de clarificación es un proceso de naturaleza fisico-química, que se inicia con la adición al agua bruta de un coagulante, el sulfato de alúmina, y un floculante, la sílice activada que crean un entramado en el que irán quedando adheridas las partículas arcillosas en suspensión del agua bruta, responsables de la turbidez del agua.

El agua con los reactivos citados entra en los decantadores, instalaciones hidráulicas de gran volumen en las que se produce la fase más importante de clarificación. Estableciendo un equilibrio entre fuerzas gravitatorias del peso del flóculo generado y las derivadas de la velocidad del caudal se genera en el lecho de los decantadores un colchón de fango en el que van quedando adheridas las sustancias arcillosas que contiene el agua a tratar.

La eficiencia del proceso de decantación en las potabilizadoras es tal que el agua obtenida tras esta primera fase cumple ya sobradamente las exigencias impuestas por el Real Decreto 140/2003 de requisitos sanitarios para el agua de consumo.

Una vez decantada, el agua pasa una segunda fase de clarificación o afino, mediante una etapa de filtración, en la que se eliminan olores, sabores y alguna pequeña partícula que haya podido escapar de la fase de decantación.

- Tras la fase de clarificación se lleva a cabo la adición de un desinfectante, de nuevo cloro gas, con el que se elimina la posibilidad de contaminación con agentes patógenos durante el transporte hasta los depósitos de almacenamiento.

Finalizado el proceso de potabilización, el agua ya tratada se incorpora a los respectivos canales de distribución de la Mancomunidad para el suministro a los respectivos depósitos del organismo.

Suministro garantizado

El mérito de la puesta en marcha y explotación continuada de estas instalaciones durante los últimos 50 años, a través del esfuerzo y trabajo del personal técnico y de operación adscrito a las mismas, ha permitido garantizar durante ese periodo el suministro de agua potable a la población abastecida.

En los últimos tiempos, las potabilizadoras de la Mancomunidad se han beneficiado de importantes inversiones que han permitido la conservación y la modernización de las mismas, alcanzando altísimas cotas de automatización y monitorización del proceso de potabilización lo que permite aumentar, si cabe, la garantía de producción de un agua potable de calidad.

Las potabilizadoras son asimismo las instalaciones de producción de agua potable más eficientes desde el punto de vista económico, eficiencia que repercute directamente en el ciudadano, usuario último del agua producida en las mismas.

Además, destaca la sostenibilidad ambiental del empleo de estas instalaciones, con una huella ambiental casi nula, frente a otros modelos alternativos de producción de agua.

El valor seguro que constituyen estas instalaciones, así como la conveniencia de disponer de diversas fuentes de suministro, hacen que el garantizar el funcionamiento de las potabilizadoras sea sinónimo de garantizar un suministro sostenible de un agua potable de calidad a la población.