Visitar el Museo del Agua es una experiencia perfecta para conocer, de un modo interactivo y divertido, la influencia del agua en la historia de la ciudad; su ciclo y gestión sostenible; tecnologías y cuestiones medioambientales como el cambio climático. Además, está especialmente recomendado para acudir con niños a partir de seis años, porque está concebido con un carácter didáctico y lúdico.

De la mano de Clara, Minerva, Vitruvio, Salvador y Cualo, los personajes animados del programa educativo Aqualogía, los más pequeños descubrirán a través de juegos interactivos online los usos del agua, cómo llega a nuestras casas o qué tratamientos debemos hacer para poder beberla o devolverla al medio natural.

Este sorprendente Museo también cuenta con una sala sensorial en la que, mediante una proyección interactiva, se perciben con el tacto, el oído y la vista los estados del agua: sólido, líquido y gaseoso. Una de las actividades más curiosas es dirigir un banco de peces con tus propias manos.

Otro módulo impactante del Museo es un cajón de arena sobre el que se puede construir una montaña. Un sistema audiovisual pinta de marrón las cotas más altas y la parte más baja de azul. De este modo, el público entiende cómo se han ido formando los lagos, los mares y los océanos, las montañas o los ríos.

Magia en los antiguos pozos

Magia en los antiguos pozosEl recorrido por el Museo también ofrece experiencias de realidad virtual, maquetas de una casa con sus tuberías o tecnología interactiva para reparar una fuga de agua.

Para completar la aventura, es imprescindible zambullirte en los Pozos de Garrigós. Un camino subterráneo por los tres pozos conectados que antiguamente almacenaban el agua de lluvia que caía por la ladera del Benacantil y abastecían a la ciudad. Si bien hoy están vacíos, la magia de los efectos especiales consigue simular un entorno acuático que te envuelve.

El horario, de martes a viertes es de 10 a 14,00h y de 17,00 a 20,00 h de septiembre a mayo; y en verano se prolonga una hora más. El sábado y domingo abre únicamente por las mañanas. El acceso es gratuito y la visita libre, y durante el curso escolar organizan visitas y talleres programados.