En España la inspección farmacéutica se articula en tres grandes niveles: Inspección farmacéutica de la Administración General del Estado: (inspectores de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) e inspectores periféricos en las Delegaciones del Gobierno); Inspección farmacéutica de las Comunidades Autónomas e Inspección farmacéutica de la Administración Local (en algunos ayuntamientos).

La base de nuestra actividad se centra en supervisar y evaluar el cumplimiento de los diversos ámbitos legislativos que regulan la profesión, las instalaciones sanitarias bajo control farmacéutico (laboratorios farmacéuticos, de productos sanitarios, cosméticos, oficinas de farmacia, servicios de farmacias de hospital, farmacia militar, depósitos de medicamentos, etc), los productos farmacéuticos y todos aquellos que tengan impacto sobre la salud.

También apoyamos técnicamente la creación de normativas para el beneficio de la salud y seguridad de los ciudadanos, ofrecemos información y apoyo al ciudadano para que cumplan las normativas sanitarias y actuamos frente a las ilegalidades y riesgos contra la salud pública en el ámbito relacionado con los productos farmacéuticos (lucha contra productos ilegales en mercadillos, instalaciones de fabricación ilegales, medicamentos y productos sanitarios falsificados, oficinas de farmacia y entidades de distribución de medicamentos que cometan ilegalidades…).

Además, controlamos y gestionamos los medicamentos: desde el control de recetas, estupefacientes y psicótropos legales hasta la actuación en la obtención de medicamentos extranjeros o medicamentos en situaciones especiales. E intervenimos ante riesgos sanitarios que puedan afectar a la población en general: desde temas claramente farmacéuticos (como el caso del valsartán), hasta la actuación ante posibles riesgos de pandemias.

Como vemos la labor de los inspectores farmacéuticos supone la salvaguarda de la salud y seguridad de los ciudadanos y de la sociedad en general. La presencia continua de los mismos en todos los ámbitos relacionados con el control sanitario, la salud y el medicamento, permite que la sociedad española pueda confiar en que unos profesionales de gran experiencia y capacidad velan por su seguridad y bienestar