Aunque afortunadamente el desarrollo de medicamentos llevado a cabo por la industria sigue generando un avance espectacular en la calidad y esperanza de vida de los pacientes, existen casos especiales donde es necesario disponer de opciones terapéuticas individualizadas para un paciente concreto.

De ahí, la importancia de la Formulación Magistral como vía para obtener este tratamiento personalizado, a la medida del paciente, y del papel del farmacéutico, al ser el único profesional capacitado para llevarla a cabo. Además, las fórmulas magistrales constituyen una de las actividades más arraigadas con la esencia de nuestra profesión.

La práctica de la formulación magistral sigue siendo indispensable cuando no existe un medicamento industrial autorizado en España o en casos de desabastecimiento o cuando éste no se ajusta a las necesidades del paciente. O cuando, aún existiendo un medicamento comercializado en nuestro país, resulta inapropiado para un paciente determinado debido a diferentes factores relacionados con la dosis, forma farmacéutica, excipientes, condiciones de utilización, etc., de modo que el tratamiento ha de ser individualizado a las peculiaridades del paciente.

La Formulación Magistral resulta así especialmente útil en los ámbitos de veterinaria (cada día más), pediatría, geriatría, dermatología, oftalmología, Cuidados Paliativos, Dolor Oncológico, etcétera.