La figura de los Farmacéuticos de Atención Primaria surgió a mediados de los años 80 con la función de ser «los farmacéuticos de los Centros de Salud». Nuestro trabajo consiste en la gestión de los medicamentos en el ámbito de la Atención Primaria y Sociosanitaria, tanto desde una perspectiva clínica, centrada en la mejora de la salud de los pacientes, como desde una perspectiva poblacional, garantizando su uso efectivo, seguro, eficiente y coordinado. Formamos parte del equipo de Atención Primaria prestando apoyo técnico en la selección y el uso racional de los medicamentos con receta prescritos por los médicos, además de contribuir en su formación con la transmisión objetiva de nuestros conocimientos.

Revisamos los tratamientos farmacológicos para prevenir, detectar y resolver los posibles problemas relacionados con el uso de los medicamentos. Los pacientes crónicos polimedicados son nuestro principal objetivo. Coordinamos el seguimiento de su farmacoterapia para la detección de cualquier resultado clínico que pueda afectar a su salud. Somos los farmacéuticos de enlace en el tránsito asistencial de los pacientes entre los Centros de Salud, Hospital y Centros Sociosanitarios. Y actuamos también como interlocutores entre las Oficinas de Farmacia y el equipo de Atención Primaria.

No dispensamos medicamentos aunque sí dotamos a los Centros de Salud de los que necesitan. Los pacientes no nos ven, pero deben saber que estamos ahí, a su disposición, trabajando y colaborando con los equipos de Atención Primaria con el único objetivo de que los miles de medicamentos prescritos a diario a la población realicen su función, la de mejorar su salud. Cuenten con nosotros, ¡estamos para ayudarles! Y por favor, no se automediquen.