Ha llegado la temporada en la que los días de sol cada vez van siendo más intensos en nuestro país. El verano ha llegado casi sin darnos cuenta y es ahora cuando una comunidad de propietarios tiene que hacer mayor hincapié en el mantenimiento de las zonas comunes para que, durante los meses en los que más vida tienen, piscinas, jardines, clubes sociales, gimnasio y pistas deportivas, estén en perfecto estado para las actividades y el gentío que acogen.

La piscina

Las fincas o urbanizaciones que cuentan con piscina deben saber que el mantenimiento también se ha de llevar a cabo a lo largo del año, porque de un verano a otro puede haberse estropeado algo (depuradora, skimmer o retornos). Además, el agua debe estar en perfectas condiciones, tanto de limpieza como de productos químicos:

▶ Usando productos químicos para desinfectar el agua.

▶ Comprobando que los niveles de pH del agua sean adecuados (entre 7,2 y 7,6).

▶ Siguiendo un control del cloro. La Organización Mundial de la Salud establece que un litro de agua debe contener entre 0,5 y 0,2 miligramos de cloro.

▶ Haciendo uso de alguicidas para evitar la proliferación de estas plantas acuáticas.

El mantenimiento de los jardines de una urbanización

El mantenimiento de zonas ajardinadas debe ser constante durante todo el año. No obstante, cuando llega el calor ese cuidado debe intensificarse: comprobar que los sistemas de riego funcionan adecuadamente para que la vegetación no se seque, eliminar las malas hierbas, podar los árboles, etc. En definitiva, darle un «lavado de cara» a los jardines.

Seguridad

En verano los servicios de seguridad (guardias, vigilantes o cámaras) suelen ser más necesarios que en ninguna otra época del año. Sobre todo, porque muchos propietarios se van de vacaciones y dejan sus casas vacías una temporada.

Si las comunidades de vecinos necesitan profesionales de cualquier sector para que la comunidad esté lista para disfrutar de otro verano más, existen muchos portales oficiales donde encontrar los perfiles necesarios para que la comunidad de propietarios esté tranquila durante el verano.

¿Cuándo es obligatorio un socorrista?

Puede que las piscinas sean el lugar de culto del verano. Un espacio de entretenimiento y ocio donde mayores y niños disfrutan nadando, refrescándose, jugando o practicando deporte. Las familias pasan los días allí, y, con la cantidad de gente que se reúne en ciertos momentos, es necesario que sus medidas de seguridad sean las adecuadas, porque una piscina también puede suponer grandes riesgos.

En el verano de 2017, 42 personas fallecieron ahogadas en piscinas en España, el 89% de estos ahogamientos se produjeron en espacios acuáticos sin vigilancia. Para que esto no ocurra, y porque queremos un 2018 sin incidentes, en este post vamos a intentar aclarar cuál es la normativa de las piscinas comunitarias y que características deben tener para contar o no con los servicios de un socorrista.

La respuesta no es nada fácil, ya que no existe una normativa que regule este aspecto a nivel estatal, por lo que debemos consultar la de nuestra comunidad autónoma. Como ejemplo, en la Comunidad de Madrid en todas las piscinas se deberá contar con un servicio de socorristas.

Por el contrario, en Cataluña o la Comunidad Valenciana, solo es obligatorio en piscinas de más de 200 metros cuadrados. Si la superficie se encuentra entre los 200 y 500 metros cuadrados será necesario la contratación de al menos un socorrista. En caso de que esté comprendida entre los 500 y 1.000 metros cuadrados, sería necesario como mínimo dos socorristas. Y a partir de 1.000 metros cuadrados, por cada 500 metros adicionales será necesaria la contratación de un socorrista más.

Para conocer toda la normativa aplicable en cada Comunidad Autónoma es fundamental contactar con un profesional en el sector, que nos explique las normas a seguir en esta materia.

¿Qué funciones tiene un socorrista?

El socorrista debe contar con el título correspondiente, tener una preparación física adecuada y conocer las técnicas de natación y buceo. Además, por supuesto, de resistencia, concentración, velocidad y agilidad para poder actuar en los momentos de peligro.

Además, el responsable de salvamento y socorrismo debe mantener y limpiar los equipos y las instalaciones de la piscina, y comprobar que el agua de recirculación está filtrada y desinfectada, pero nunca puede realizar directamente los tratamientos químicos en la piscina.

Sabemos que contar con uno o varios socorristas durante el verano puede ser una decisión complicada, ya que acarrea una serie de gastos adicionales dentro del presupuesto de una comunidad.