Puede que tengas una segunda vivienda que no vayas a utilizar en verano, o puede que vayas a pasar un periodo largo de vacaciones fuera de casa y quieras rentabilizar tu salida. Sea como sea, la opción de alquilar una vivienda a veraneantes o a aquellas personas que quieran cambiar de aires es, sin duda, una opción muy beneficiosa, sobre todo si tu casa se sitúa en una zona muy preciada en verano, ya sea por su cercanía a la playa o a lugares de ocio, por su valor paisajístico o por ubicarse en un enclave fuera de lo común.

1) Piensa en el uso que vas a dar a tu vivienda

Lo más importante es que la vivienda que vas a alquilar esté correctamente regularizada para no tener problemas legales. Hay dos maneras de registrar los ingresos de un alquiler vacacional: como segunda vivienda (lo más habitual) o como alojamiento turístico. En el primer caso, la vivienda se alquila solo durante días o semanas sueltas o en vacaciones (de forma ocasional); y en el alojamiento turístico, la vivienda tiene uso vacacional exclusivamente, no le das otro uso, por lo que se correspondería con el desarrollo de una actividad económica.

2) El contrato y la renta

Si vas a arrendar tu segunda vivienda de forma ocasional, lo más recomendable es firmar un contrato de alquiler vacacional, y después, reflejar los ingresos en la declaración de la renta. También deberás declarar el periodo en que el inmueble esté libre.

Por el contrario, si vas a utilizar tu vivienda únicamente como alojamiento turístico, lo mejor será inscribirla en la Consejería de Turismo de tu Comunidad Autónoma como apartamento turístico.

3) Sé cuidadoso/a y gana más

Si tu vivienda está bien cuidada, limpia, recién pintada y con una decoración sencilla pero agradable, sin duda, podrás rentabilizarla mucho más y pedir una mayor cantidad por ella que por un piso antiguo y sin arreglar. Piensa que es una inversión a la que sacarás beneficio. Si tú no tienes tiempo, recurre a profesionales para que pongan tu vivienda a punto.

4) Internet y las opiniones

¡No te olvides de hacer fotos elaboradas de cada rincón de tu vivienda! Y sobre todo, publicarlas en webs de alquiler, junto con las especificaciones y prestaciones del inmueble (piscina, wifi, parking…). Si hoy en día no estás en Internet no tienes nada que hacer. También es muy importante que tu trato con los inquilinos sea ejemplar y que atiendas a sus necesidades y solicitudes. El “boca a boca” y las opiniones a través de las plataformas de alquiler son algo fundamental, y tener un apartamento “cinco estrellas” es una garantía de éxito.