Carlos Alarcia Pineda es la nueva incorporación al Área Fiscal del despacho Adire, ubicado en la capital alicantina y referente en asesoramiento fiscal y jurídico de empresas a nivel nacional.

Carlos ha desarrollado gran parte de su carrera profesional como funcionario de carrera de la Dependencia de Inspección de la Agencia Tributaria. En 1999 se incorporó al despacho Cuatrecasas, como socio y director de su oficina en Alicante, para dedicarse al asesoramiento tributario, auditorías y reestructuración de grupos empresariales. Desde el pasado viernes es miembro del Área Fiscal del despacho Adire.

P- Se incorpora a una empresa especializada en temas jurídicos y fiscales, que se dedica a un asesoramiento global a empresas del sector público y privado, ¿Por qué confía en Adire Abogados, Auditores y Asesores Fiscales para esta etapa de su vida laboral?

R- Adire es un despacho de reconocido prestigio a nivel nacional, y todo un referente en nuestra provincia, multidisciplinar y, efectivamente, muy centrado en «la empresa», tanto multinacionales como pymes. Es un lugar de envergadura perfecto donde incorporarme para esta tercera etapa de mi vida profesional. Además, muchos de sus socios han sido antiguos compañeros en la Agencia Tributaria, por lo que hemos trabajado tiempo atrás juntos y sabemos el equipo que formamos.

P- ¿Cuál es la mejor baza profesional de Adire para que haya decidido incorporarse?

R- Para mi es muy importante dar una atención dedicada. Busco poder ofrecer a mis clientes un trato más personalizado, cercano, de la mano del equipo que forma Adire. Saber que mis clientes van a tener ese asesoramiento multidisciplinar, en el que confluyen los diferentes departamentos, altamente especializados, que forman la marca. Jurídico, fiscal, económico, que el cliente necesita en el día a día, y también en los momentos más complicados.

P- ¿Por qué decidió dedicarse al Derecho Tributario?

R- Hasta la fase anterior a la universitaria, estudiaba para ser ingeniero. Me iban los números. En la selectividad, al elegir las carreras por las que quería optar, me debió dar un shock porque elegí Derecho como primera alternativa, y al acabarla, como me seguían poniendo los números, lo más parecido, en cuanto a especialidad de derecho, era la tributaria, y aquí estoy, casi 30 años después.

P -¿Qué ventajas tiene externalizar un departamento fiscal para las pymes y medianas empresas?

R- La especialización y la formación continua. El abogado externo debe formarse continuamente, y más en esta especialidad, lo que le permitirá ser el apoyo del responsable interno de la empresa. Eso sí, debe haber una coordinación y comunión total entre abogado externo y responsable interno. La empresa es la que tiene que crecer. Todo el equipo de Adire, y ahora también yo en el Área Fiscal, estamos centrados en el apoyo jurídico y fiscal de las empresas, para que sus responsables se centren en precisamente eso, crecer.

P- ¿Los despachos se están especializando en temas de fiscalidad o siguen siendo generalistas?

R- Reitero lo dicho antes, la tendencia debería ser la especialización, sea la materia que sea, pero no siempre se puede. En la especialización está el valor añadido. Hacienda ya casi te hace el IRPF, ahora el IVA, y más adelante ¿qué será?... El despacho que se centre en hacer sólo los trámites de presentación de impuestos, creo que no tiene futuro.

P- ¿Cómo es la competencia en la provincia en cuanto a la fiscalidad de las empresas?

R- Hay grandes, medianos y pequeños despachos, como en todos los sectores, por lo que sí puedo decir que hay gran competencia. Ahora bien, unos más especializados, otros menos; unos más caros, otros más baratos; aunque no debería ser éste el motivo de elección ya que a veces lo barato sale caro, y más en materia impositiva, donde nos jugamos los ahorros del contribuyente. Nosotros, en Adire, estamos para dar un servicio más personalizado y cercano al cliente.

P- ¿Cuáles son sus objetivos personales y profesionales en Adire?

R- En lo profesional, seguir profundizando en el mundo empresarial, en la figura del empresario, tan vilipendiado casi siempre, y muchas veces sin razón, y poder aportarle nuevas ideas desde el punto de vista fiscal que le permitan el ahorro de impuestos.

Y en lo personal, integrarme con este equipo de compañeros y profesionales que forman Adire, y seguir atendiendo a mis clientes, que son mis amigos, y muchas veces requieren un consejo, no fiscal, sino personal.