- ¿Con qué objetivos se creó la AVI?

La Agencia Valenciana la Innovación (AVI) pretende contribuir a la transformación del modelo productivo de la Comunitat Valenciana inyectando niveles de conocimiento mucho más elevados para incrementar su valor añadido en un mercado global cada vez más competitivo.

En la práctica, propiciamos la conexión real entre científicos, institutos tecnológicos y empresarios para que, juntos, desarrollen soluciones tecnológicas e innovaciones que respondan a los grandes retos que amenazan a nuestros sectores de actividad.

Los desafíos son numerosos y muy relevantes, pero quizás uno de los más importantes es la revolución tecnológica que se avecina. Su carácter es tan disruptivo que, si no añadimos conocimiento científico, además del tecnológico, perderemos de nuevo el tren del progreso.

Y con ello me refiero a una prosperidad no sólo desde una óptica económica, sino también desde la perspectiva de la cohesión social. Las estadísticas de los países y regiones más avanzados de nuestro entorno acreditan que a mayores niveles de productividad y valor añadido los salarios también son más elevados.

- Usted ha dicho que las empresas de la Comunidad Valenciana tienen que apostar por la disrupción ¿Qué implica esto?

Lo que quiero decir es que nuestras empresas y sectores no sólo tienen que adaptarse a esta revolución, sino que en cierto modo necesitan reinventarse. Incluidos los tradicionales, que ahora están obligados a incorporar niveles muy superiores de valor añadido para competir en un tablero global donde los cambios son de mayor calado que en el pasado y se suceden cada vez más rápido.

Hay que acabar, además, con la percepción de la I+D+i como un gasto. Es una inversión con retorno, que se manifiesta en el medio y largo plazo en mayores niveles salariales y de renta per cápita.

La buena noticia es que este escenario, aunque incierto, encierra grandes oportunidades económicas, que nuestras empresas pueden aprovechar para mejorar su posicionamiento en sus respectivos mercados.

¿Podemos idear soluciones tecnológicas que permitan, por ejemplo, aumentar la autonomía de los nuevos vehículos eléctricos? ¿Podemos desarrollar una industria de salud acorde con nuestro potencial científico-tecnológico en este campo? ¿Es viable desarrollar nuevos envases 100% reciclables o innovaciones para mejorar la calidad de vida de las personas mayores? A ese tipo de retos queremos ayudar a dar respuesta desde la AVI.

- ¿Tecnología, innovación y conocimiento son las claves hoy para aumentar la competitividad de nuestras empresas y que lo hagan a nivel global?

Efectivamente, los tres son términos distintivos de la nueva economía. La tecnología y el conocimiento emergen como factores clave para la innovación, si bien también es posible innovar sin incorporar nuevas tecnologías.

Por ejemplo, a través del diseño, un campo donde la Comunitat Valenciana ha demostrado ser puntera desde la década de los 80.

En cualquier caso, nuestras empresas no están solas. El Comité Estratégico de Innovación de la AVI, por ejemplo, está integrado por científicos y tecnólogos de primer nivel a los que, en cooperación con los empresarios, se les ha encomendado la misión de proponer soluciones a los grandes retos a los que se enfrenta nuestro tejido productivo.

Se trata, por tanto, de una extraordinaria acumulación de masa gris al servicio de nuestras empresas. Por ahora, han identificado seis grandes nichos de oportunidad que se corresponden con la automoción y la movilidad sostenible, la economía circular, el sector agroalimentario, las tecnologías habilitadoras de la nueva economía o la innovación social.

- ¿Entonces, hay desde la Generalitat una agenda o estrategia de la innovación?

El objetivo de transformar el modelo productivo valenciano es una de las prioridades de este Consell, plasmado en su día en el llamado documento de Elx, pero no ha sido así durante estos últimos 20 años, lo que explica en gran medida la realidad actual de nuestros principales indicadores económicos.

La AVI constituye uno de los instrumentos principales en esta nueva estrategia de la Generalitat, que también responde a una reivindicación histórica del mundo científico, tecnológico y empresarial.

Por ejemplo, el Alto Consejo Consultivo de I+D+i llevaba años reclamando la creación de un ente capaz de diseñar y coordinar la estrategia de innovación. Nuestras dificultades en este campo no sólo se explican por el insuficiente volumen de inversión, algo muy difícil de revertir si no cambia el modelo de financiación autonómica.

Se debe también a los fallos de conexión entre los agentes que conforman el sistema de innovación, tanto públicos como privados. Es decir, al deficiente funcionamiento del sistema en su conjunto.

La Agència pretende reparar dichos cortocircuitos y optimizar los recursos, reorientando el foco hacia el desarrollo de innovaciones de alto impacto en el tejido productivo.

- ¿Qué planes de futuro destacables hay desde la AVI para potenciar la incorporación de lo que se conoce como economía digital?

Hay algunas tecnologías en este campo, como el big data o la inteligencia artificial, que presentan una alta potencialidad y un nivel de desarrollo muy apreciable en la Comunitat Valenciana y en Alicante en particular, y que, además, tendrán un alto impacto en todos los sectores económicos.

En todo caso, prefiero usar el término tecnologías habilitadoras para la nueva economía en lugar de digitales porque no sólo incluye la digitalización propiamente dicha, sino que incorpora otros campos de conocimiento ligados a la nanotecnología y los nuevos materiales, la robótica, la biotecnología, etc. que también tendrán un impacto decisivo en un futuro próximo.

Para la AVI, la incorporación de estas tecnologías habilitadoras en las empresas de la Comunitat constituye una de las acciones prioritarias. Así se reflejará tanto en las convocatorias de ayudas en concurrencia competitiva como en las líneas nominativas contempladas para este ejercicio.

Por ejemplo, estamos trabajando con el Instituto Tecnológico de Informática, el resto de institutos y el mundo científico concernido por estas materias para desarrollar una estrategia con suficiente masa crítica para facilitar a nuestras empresas el uso de tales tecnologías y desarrollar potenciales aplicaciones específicas dirigidas a nuestros principales sectores y actividades económicas.