El Distrito Digital supone elegir futuro frente a inercia. Es un paso para recuperar la iniciativa emprendedora que siempre nos ha caracterizado, ahora hacia la nueva economía.

Cuando en España exportar era una excentricidad, la Comunitat Valenciana ya lo hacía. Más adelante, fuimos pioneros en el turismo y también en la industria manufacturera. Cuando los clusters no eran un término utilizado impulsamos distritos que, como los del calzado, el textil, el juguete o el mármol nos situaban en un nuevo estadio económico.

Sin embargo, a caballo de dos siglos pasamos de la economía productiva a la economía especulativa y perdimos el tren. De estar en la media de renta per cápita en 1995 pasamos a estar 12 puntos por detrás.

Ahora hemos consolidado un escenario de estabilidad, diálogo y honradez que ya está permitiendo estar entre las autonomías que más crecen y más empleo crean. Pero no podemos dormirnos en los buenos datos, han de ser la plataforma desde donde transformar nuestro modelo económico.

Lo hacemos con escasos recursos públicos, debido a la infrafinanciación, pero con el capital inagotable de talento que existe en nuestra Comunitat. Y ese talento es el elemento imprescindible para internarnos en la economía del conocimiento.

De ese gran caudal han surgido iniciativas como la Agencia Valenciana de la Innovación que tiene su sede en Alicante y será el puente entre innovación empresarial e investigación pública. Para poder hacer lo que aún no hacemos. Para hacer mejor, lo que ya hacemos bien.

Y con ese objetivo ha nacido el Distrito Digital, que se ubica de partida en la Ciudad de la Luz, rescatando una infraestructura que ha costado mucho dinero a todos los ciudadanos y corríamos el riesgo de perder.

Nace como el gran polo de atracción de empresas para la creación del gran ecosistema innovador desde Alicante para la Comunitat. Un auténtico vivero de iniciativas especializadas en digitalización, inteligencia artificial y creatividad cultural basada en las TIC.

De hecho, ya a partir de septiembre, decenas de empresas se instalarán físicamente en nuestra tierra y constituirán la base de un hub de la economía de futuro y también una escuela para la formación de jóvenes altamente capacitados. Un espacio de impulso a la productividad que permita más empleo y mejores salarios.

El Distrito Digital comienza a ser ya una realidad tangible. Es un ejemplo paradigmático de que Alicante y toda la Comunitat Valenciana sabemos hacía donde queremos ir.

Pero también supone que en Alicante y en toda la Comunitat Valenciana volvamos a hacer lo que siempre hemos hecho para tener éxito: esforzarnos por llegar antes al futuro.