«Convertir la agricultura ecológica valenciana en un referente en el mercado europeo». Con estas palabras el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, presentó en noviembre de 2016 el I Plan Valenciano de la Producción Ecológica. Unas palabras que mostraban el compromiso de su gobierno por potenciar la agricultura ecológica al considerarla como un «sector estratégico» para el desarrollo económico de la Comunitat Valenciana.

Este plan tiene el objetivo de recuperar la agricultura valenciana y fomentar la transición ecológica del modelo productivo, aprovechándose de la tendencia social que existe en la actualidad por consumir productos ecológicos gracias a los beneficios externos que la propia actividad genera.

En cifras, el impulso del plan quiere ayudar a diversificar la producción agrícola valenciana y lograr que en el futuro el 20% de toda la superficie agrícola sea considerada ecológica en la Comunitat Valenciana. En la actualidad, este porcentaje no llega al 10%.

Por ello, el plan no es una apuesta aislada y limitada al sector ecológico, ya que también está integrado en la agenda agroalimentaria valenciana para impulsar el cooperativismo y la producción diferenciada, el fortalecimiento de los planes de sanidad de las producciones agrícolas y ganaderas, las inversiones en modernización en explotaciones y en regadío o una nueva ley de pesca. «Nos enfrentamos a grandes retos económicos y ecológicos, y la agricultura ecológica es parte esencial de la solución», destacan fuentes de la Conselleria de Agricultura.

¿En qué se basa el Plan Valenciano de la Producción Ecológica?

El plan se estructura en cuatro ejes fundamentales de actuación que llevan implícitas una serie de medidas de actuación para poder llevarlos a cabo. El primero de ellos, dirigido al sector agrario, tiene por objeto la recuperación, conservación y uso de las variedades hortícolas valencianas, mediante la producción de semillas y materiales de multiplicación vegetativa para lo que va a crear un «Catálogo de Variedades Locales de Interés Agrario Valenciano», un listado de recursos genéticos hortícolas que se pondrán a disposición del sector productor para que se pueda conservar la diversidad.

El segundo de los ejes busca el fomento del uso y cultivo de variedades hortícolas valencianas en agricultura ecológica por tratarse de un claro destinatario, además de uno de los sectores más interesados en este tipo de cultivos que, a su vez, encuentran en la producción ecológica el modelo más aproximado al modelo tradicional sobre el que van a ser mejorados y seleccionados. Para alcanzar este objetivo se van a llevar a cabo actuaciones de promoción del uso de las variedades locales a través de una línea de ayudas específicas, así como de fomento de la investigación aplicada y participativa para proyectos de prospección, conservación y mejora de semillas de variedades tradicionales hortícolas en la producción ecológica

El tercero de los ejes va dirigido a los ciudadanos mediante el fomento de la promoción, divulgación y comercialización de las variedades hortícolas valencianas, con el fin de aumentar la demanda ofreciendo un producto de gran calidad alimentaria y sanitaria que además procede de la gastronomía propia.

El último de los cuatro ejes tiene por objeto favorecer y apoyar las actuaciones en materia investigadora, tecnológica, de asesoramiento, divulgación e innovación en la recuperación de los recursos genéticos locales de interés, potenciando el uso de semillas tradicionales, que son de dominio público frente a las variedades protegidas por derechos de propiedad intelectual que perjudican a los agricultores, en el sentido de que no pueden disponer libremente de ellas, y tiene repercusiones negativas sobre la conservación de la diversidad y de la seguridad alimentaria.

Duplicar la producción

Con todas las iniciativas incluidas en el Plan Valenciano de la Producción Ecológica se pretende duplicar la producción ecológica, que generó en 2015 entre 150 y 200 millones euros de facturación, lo que representa entre el 3% y el 5% del valor de la producción final agraria.

Entre los beneficios de optar por la agricultura ecológica destaca que es un sector que está en auge y que ofrece más rentabilidad que los cultivos convencionales.

Además de permitir una mayor calidad de los productos alimentarios y del medio ambiente, la puesta en marcha del plan también se está convirtiendo en un método eficaz de lucha contra el cambio climático, ya que contribuye a frenar la contaminación del agua, la erosión genética, la deforestación, la desertificación y la pérdida de riqueza ecológica.

Este plan está aportando calidad social al sector de la agricultura y a las regiones donde tiene un impacto, ya que se trabaja en cooperativas, pequeñas pymes y agricultura familiar, proporcionando un incremento de las rentas, devolviendo la dignidad a las personas y reactivando un modelo de ocupación que estaba agonizando, ya que solo el 2% de los agricultores de la Comunitat Valenciana son menores de 30 años.