¿Te acuerdas de esas infinitas horas que pasabas jugando en las calles de tu pueblo durante las vacaciones? Rodeado de pequeños exploradores como tú, seguro que más de una vez os topateis con lagartijas que recorrían los muros de piedra y las casas.
Esos reptiles que con tanto afán intentabas cazar junto a tus amigos no era otro que la lagartija ibérica (Podarcis hispanica). Algunas poblaciones habitan en islotes cercanos a las costas ibéricas donde son más sensibles a la actividad humana.
La especie también es conocida como lagartija común, así como sargantana en el este de España. Se caracteriza por ser pequeña, esbelta y de cabeza relativamente aplanada.
El vídeo, ofrecido por la Fundación Aquae y realizado por la bióloga Mónica Fernández Aceytuno, muestra a la lagartija ibérica, que es fisurícola y, que según el profesor Galán, “su adaptación a trepar y a refugiarse en grietas estrechas hace que sea una especie con la forma del cuerpo y de la cabeza muy aplanada”.
La lagartija ibérica que vemos en el documental está cerca de un abrevadero para el ganado, en la sierra de Guadarrama, donde la describió por vez primera el naturalista valenciano Eduardo Boscá.El reptil está presente en la práctica totalidad de la Comunidad Valenciana, y en los islotes de Benidorm, donde alcanza densidades considerables.
El hábitat de la lagartija
La lagartija ibérica prefiere las zonas rocosas y pedregales, muros viejos, tapias de viviendas, troncos de árboles, etc.
Le encanta el calor, por lo que se localiza en laderas muy soleadas y en zonas erosionadas por los incendios forestales.
Puede adaptarse a vivir desde el nivel del mar hasta por lo menos los 1.650 metros de altitud.
De qué se alimenta la lagartija
Captura sus presas escondiéndose entre las rocas a la espera de que algún invertebrado se acerque. Normalmente caza pequeños insectos, como moscas y mosquitos, chinches, arañas y escarabajos.
Puede estar activa todo el año excepto con condiciones meteorológicas adversas del invierno. Entre los meses de marzo y junio es cuando más fácil resulta de observar debido al celo.
Los machos son poco territoriales y no muestran demasiada agresividad.
La lagartija ibérica es una gran trepadora, pudiéndose observar en paredes verticales a gran altura, refugiándose en las brechas.
