En verano debemos extremar las precauciones en lo que al cuidado de los ojos se refiere. El aumento de la temperatura, el sol, la sequedad provocada por el viento cálido y el agua de mar o piscina son algunos de los factores que hacen que los ojos se conviertan en una de las partes más vulnerables durante el verano. Por ello, los especialistas de Oftálica te dan algunos consejos para que este año puedas disfrutar del buen tiempo y del tiempo libre sin poner en peligro tu salud ocular y la de tus hijos.

Según el director médico de Oftálica y especialista en Oftalmología Pediátrica, doctor Enrique Chipont, "el exceso de cloro en las piscinas incrementa el riesgo de sufrir irritación e infecciones oculares en verano. El cloro es muy irritante para los ojos, sobre todo en exceso. Por tanto, debemos bañarnos siempre en piscinas que cumplan los estándares correctos de cloro.

El doctor Chipont advierte que, "la irritación suele aparecer después de 30 minutos de baño y el efecto más frecuente producido por el cloro son las irritaciones e infecciones oculares, pero también puede conllevar problemas de oído".

Las conjuntivitis se multiplican en verano debido al mayor contacto, el aire acondicionado y sobre todo al exceso de cloro y al baño en aguas no tratadas. Por eso se recomienda el uso de gafas de buceo, "se ha comprobado que nadar sin ellas puede suponer un riesgo para la integridad del epitelio corneal, que actúa de barrera protectora de la córnea",comenta el doctor. Chipont.

Ante la aparición de síntomas de conjuntivitis es aconsejable la visita inmediata a un oftalmólogo para que confirme el origen y pueda indicar el tratamiento adecuado y evitar el contacto con los demás "ya que es una infección que se transmite con mucha facilidad".

Consejos para disfrutar de la piscina y de la playa.

  • Limite la exposición solar entre las 10 y las 14 horas.
  • Utilizar gorra o visera para atenuar la exposición a la luz.
  • Pueden utilizarse colirios lubricantes para aliviar la sensación de sequedad e irritación ocular.
  • El agua del mar y las piscinas es irritante para los ojos y puede ser también vehículo de transmisión de infecciones oculares. El uso de lentes de contacto en piscinas y playa aumenta el riesgo de contraer infecciones y de incrementar la sequedad ocular.
  • No sumergir la cabeza bajo el agua si ha sufrido una intervención ocular en las últimas tres semanas.
  • Usar gafas protectoras con lentes de material orgánico durante la práctica de deportes (squash, vela, natación?.) para evitar traumatismos oculares o la entrada de cuerpos extraños en el globo ocular.
  • Si arena o algún producto químico entra accidentalmente en contacto con los ojos, lávelos inmediatamente con abundante agua corriente.
  • Evitar la automedicación. Si está enrojecido, con dolor, o con secreciones, consultar con un oftalmólogo a la mayor brevedad posible.
  • Extremar las precauciones higiénicas con los niños, que frotan sus ojos con las manos ante cualquier molestia.