Desde el clásico veraniego “Melón con Jamón”, hasta el picoteo de día y noche con unos buenos quesitos, un poco de embutido y bebida cuanto más fría mejor. Llega la época de poco cocinar y mucho lerele, es decir, mucho tiempo fuera de casa, pocas ganas de meterse en la cocina y sí, de darse a la buena vida.

Ir a la compra y llenar nuestra nevera de fruta y verdura para hacer rápidas y ricas ensaladas; de pasta, de arroz, de patata, con frutas, sin frutas, con cous-cous, con quinoa... pero, que no me falte mis cuñitas de queso, mi jamón, mi lomo, embutido variado, pan, vino, cerveza fría y admitimos tinto de verano.

Así que, ¡orden en la nevera señoras/es!, que una vez hecha la compra, toca guardar todo los alimentos y que me duren.

Porque por mucho que no nos guste guardar algunos quesos y el jamón al frío, en Alicante con la que cae en verano, no hay más vuelta de hoja. Ahora, eso sí, bien guardados y luego ya hablaremos.

Todo fiambre y embutido cortado en lonchas, se guardan en recipientes cerrados en la nevera.

Las cuñas de queso en recipiente de plástico, para evitar que no se resequen demasiado o se deterioren por enmohecimiento. Cuidado porque envolverlas en papel de plástico transparente, papel film para los amigos, no es recomendado por que hace que el queso sude y favorece el crecimiento de moho.

Los recipientes con florituras, si muy monos, pero engañosos, no dejan ver el estado del producto a simple vista y al final te toca abrirlos sin necesidad, sólo para ver cómo está y de que cantidad dispongo y entra aire y sale aire y entra aire y al final, el que sale es el queso malo, jajaja.

Busca buenos recipientes, de plástico superior, de fácil limpieza, transparentes, apilables, con más de una función, a la altura de ese queso y ese embutido rico del mercado que hemos comprado, de nuestra charcutería de toda la vida, de nuestro paladar.

Hay muchos recipientes y marcas en el mercado, yo os digo el que me gusta, y me gustan los tuppers de la marca Tescoma por cumplir todo lo que os he comentado antes, y en las fotos que hemos elegido lo podéis apreciar.

Y ahora, consejos para consumir un queso y embutidos que hemos conservado en frío:

  • Antes de comer un queso que hemos conservado en la nevera, se tiene que atemperar para que esté perfecto para comer.
  • Si vamos a preparar una torta lo ideal es dejarla a temperatura ambiente durante medio día.
  • Para conseguir que los embutidos se ablanden después de haber estado refrigerados, os recomiendo probar el truco de mi casa de toda la vida, una vez fuera de la nevera y colocado para servir, tapar con un paño de algodón humedo, el embutido se atemperará sin resecarse.

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Fotos de Rafa Arjones