La adicción al juego no es un asunto baladí en los tiempos que corren, basta con echar una mirada a noticiarios, foros de Internet o a los miles de reportajes que se han efectuado al respecto. La ludopatía es un mal cada vez más frecuente en nuestros días, casi endémico, y las cifras de enfermos -porque no deja de ser un trastorno- crecen cada año pulverizando las del cómputo anterior. Y el único problema no es éste, ya que habría que añadir que la media de edad de los adictos se ha venido reduciendo de manera considerable en comparación con épocas pasadas.

Un buen ejemplo del aumento de jugadores existentes en España lo pudimos ver en este artículo publicado el pasado 12 de junio. En él se muestran los resultados del VIII Informe "Percepción social sobre el juego de azar en España 2017", realizado por la Fundación Codere y la Universidad Carlos III de Madrid. En dicho informe se deja patente que son unos 100.000 españoles los que se encontraban en 2016 en el umbral del "juego problemático", lo que supone un 0,3 % de la población de entre 18 y 75 años. 2016 fue un año en el que el 81,9 % de la población participó en juegos de azar, que crecieron en todas sus categorías a excepción de las apuestas de la ONCE.

La que podríamos denominar edad de oro de la ludopatía ha venido para quedarse y, puestos a buscar culpables, todas las miradas apuntan hacia un mismo lugar. No nos engañemos, las bien llamadas tragaperras siguen siendo un auténtico imán para los adictos, pero cada vez van dejando más espacio a otras modalidades del juego de azar que han llegado, cómo no, de la mano de las tecnologías que todo lo invaden para bien y para mal.

La aparición de las casas de apuestas deportivas online

Nos referimos sobre todo a las apuestas vía Internet, que a día de hoy y tan solo desde que fueran reguladas por ley a partir del año 2012, ya se han cobrado miles de víctimas que han acabado desesperadas por una sencilla razón: la necesidad de jugar porque sí, de ganar o de recuperar lo perdido. ¿Significa esto que las casas de apuestas online son un invento demoníaco y tienen la culpa de las adicciones? No, ni mucho menos, pero resulta evidente que en muchos sentidos están facilitando el camino a los propensos a este problema.

Lo que ofrecen las casas de apuestas tiene su atractivo y lo tiene, además, para cualquier hijo de vecino, y eso es algo que no se puede negar; sin embargo, como en todo, hay formas y formas de participar y en muchos casos las posibilidades de que el juego se nos vaya de las manos alcanzan notables cotas. ¿Cuál es el problema? Que con este método se pueden llegar a ganar grandes sumas de dinero contante, sonante y, sobre todo, muy pero que muy fácil. Pero como si de un ángel y un demonio se tratara -y esto lo saben bien los que han pasado por la adicción-, también existe la cara opuesta: perder y perder hasta quedar en la más absoluta de las miserias.

Cuando alguien ha pasado de ser un jugador puntual a un auténtico enfermo de las apuestas online, el ángel y el demonio siempre aparecen para recordarle que puede ganar y que puede perder. El problema es que, llegados a este punto, por lo general suele salir victorioso el tentador diablillo que todos llevamos dentro. Buena fe de ello pueden dar quienes ya han pasado por ahí y con ayuda, esfuerzo, tenacidad y valentía han logrado salir de una espiral de juego y autodestrucción, como mínimo económica.

Pérdidas económicas con las apuestas online

Son múltiples las ocasiones en las que se puede escuchar o leer a alguien hablar de ingentes cuantías derrochadas en las apuestas deportivas online, auténticas barbaridades de dinero que acaban cayendo en saco roto, o mejor dicho quizás, en la saca de las empresas dedicadas al azar. Los importes de las pérdidas rondan incluso las 6 cifras y no se trata de datos aislados, si no de unos niveles más comunes de lo que pueda parecerle a cualquiera que se mantenga alejado de este mundo.

En esta dinámica nos encontramos con adictos que han recurrido a todo lo que tenían a su alcance para poder apostar, incluso manejando triquiñuelas de lo más variado y llegando al hurto. Así, hay quienes gastaron todo su sueldo, otros muchos han llegado a pedir préstamos, aquellos a los que la ludopatía ha logrado cegar han pedido dinero a familiares y amigos, y lo que es peor: también se lo han robado.

Pensiones enteras, regalos ajenos, créditos y microcréditos, venta de algunos objetos de valor -empezando por todo el oro que esté al alcance del afectado- y muchos otros recursos han sido utilizados por aquellos para los que las apuestas online dejaron de ser mero entretenimiento.

El procedimiento suele ser el mismo con mucha frecuencia; apuestes y ganes o apuestes y pierdas siempre tienes un argumento: aumentar las ganancias o recuperar las pérdidas, ¿y una vez recuperadas si es que esto ocurre? Volver a aumentar. Así hasta acabar en una espiral de adicción y carencia de autocontrol que puede traer grandes problemas, entre otros, pérdidas mucho peores que las económicas.

Pérdidas personales con las apuestas por Internet

Si bien es cierto que en la mayoría de casos el entorno más cercano del adicto suele ofrecerle ayuda y amparo ante este problema, los familiares y amigos no siempre acaban resultando un apoyo en la ludopatía. Para muchos es algo comprensible; tras largos periodos de mentiras, préstamos y hurtos, cuando se enteran de lo que de verdad estaba ocurriendo les llega como un jarro de agua fría. No es fácil de asimilar o de entender, aunque como decimos, la mayoría acaba por aceptarlo.

La ludopatía es una enfermedad que, según han reconocido los propios afectados, lo envuelve todo de mentiras constantemente, ya que en el engaño se basan gran parte de sus triquiñuelas a la hora de conseguir fondos para poder apostar y, por supuesto, a base de mentiras excusan todas las pérdidas. Muchos aseguran que durante el periodo de su problema eran capaces de reconocer robos y derroches económicos, pero nunca hablaban de las apuestas ante sus allegados.

Y es que ese es otro de los atractivos que tienen las apuestas por Internet, te ofrecen intimidad, algo que para los llamados ludópatas no tiene precio. Puedes apostar en todo momento y en cualquier lugar sin que nadie se entere. Al principio lo más normal es comenzar con los típicos partidos de fútbol, pero se han dado casos de gente que ha acabado apostando grandes sumas de dinero a las carreras de galgos o de caballos, no sin antes haber pasado por las ligas de fútbol de todo el mundo y por otro buen número de deportes que probablemente ni siquiera conocían en su vida anterior a las apuestas.

De este modo, lo que suele ocurrir con más frecuencia es que la familia acaba enterándose cuando ya no hay vuelta atrás, cuando el problema ya es enorme y ha traído graves consecuencias. Pérdidas personales, de salud física y mental, roturas de parejas bien avenidas y peleas de todo tipo entre familiares son buena muestra de lo que puede ocurrir cuando las apuestas por Internet dejan de ser un entretenimiento; sin embargo, las asociaciones siempre aconsejan que la familia sea un apoyo para poder dejar aparcada una adicción que es de por vida.

¿Cuál es el perfil de los adictos a las apuestas por Internet?

Como en cualquier otra adicción existen varios aspectos que pueden influir en la enfermedad, pero lo cierto es que cuando hablamos de apuestas deportivas online los perfiles son mucho más amplios. Básicamente cualquiera podría caer rendido ante este problema por todo lo que ofrece y que hemos ido señalando a lo largo de este artículo: dinero fácil, rápido e inmediato, intimidad, estimulación visual, publicidad continua y una característica fundamental como es la normalización.

Piense en las tragaperras y en las apuestas deportivas por Internet, ¿tiene la misma imagen sobre ellas? No suele ser así, por lo general las primeras se asocian a la adicción con mucha más frecuencia que las segundas.

Dicho esto, cabe ahondar en los perfiles más habituales de los adictos a las apuestas online, quienes en muchas ocasiones se reconocen como personas tendentes a la depresión o que han vivido largos periodos de soledad. De este hecho se desprende que esta práctica llena una especie de vacío interior con lo que muchos aseguran que les hace sentir poderosos, llegando a afirmar incluso que "lo peor que me pudo pasar fue haber ganado dinero con las apuestas por Internet".

Por otro lado, también nos encontramos con el adicto joven, el que más abunda en los últimos años como ya hemos señalado. En este caso la premisa es muy repetitiva: empezar con amigos o incluso con el carné de un familiar -en el caso de los menores de edad, cada vez más común- para hacer apuestas ínfimas de 1 o 2 euros a lo sumo. Se trata de una edad en la que difícilmente se llegan a manejar grandes cantidades de dinero, así que figúrense lo que supone ganar cientos de euros habiéndose jugado un par para un joven que no ha alcanzado siquiera las dos décadas de edad.

¿Se puede recurrir a las apuestas por Internet sin peligros?

Ahora bien, después de haber hablado largo y tendido acerca de los peligros de la ludopatía, puede parecer que es imposible mantenerse a salvo de ella cuando uno entra en el mundillo de las apuestas deportivas por Internet. Aunque son muchos los casos en los que han dejado de serlo, este tipo de juegos pueden convertirse en un buen entretenimiento y permanecer siendo únicamente eso: pura diversión.

Para ello, las recomendaciones son claras. Nunca jugar con la intención de ganar dinero fácil, sino más bien por entretenimiento, no obsesionarse con las pérdidas y mucho menos intentar recuperarlas mediante una locura, y no creer bajo ningún concepto que se le va a ganar la partida a una casa de apuestas. Si están ahí y manejan las sumas de dinero que manejan es por algo. Por otra parte, no intentar llenar ningún tipo de vacío con esta afición y poner límites ante cualquier mínimo atisbo de ansiedad por apostar, pueden ser grandes consejos a este respecto.

Por último, la información es otra de las pautas fundamentales a la hora de enfocar las apuestas por Internet sin caer en riesgos de este tipo. Permanecer correctamente informado a estos efectos es algo básico para no apostar sin conocimiento de causa y para no dar pie a locuras en el juego. Desde páginas como ésta lo saben bien y además de ofrecer información para apostar, ponen a disposición de los usuarios numerosos datos, consejos y artículos relacionados al autocontrol y mantener los indicios de adicción al juego a raya, de manera que al conocerlos no se dejen llevar por rachas o apuesten a lo loco.