La mujer hoy día tiende a retrasar su maternidad debido a aspectos socioculturales, como el desarrollo de su carrera profesional, las obligaciones laborales o la búsqueda de pareja. A lo que se suman, en otros cosos, aspectos médicos debido a la aparición de determinados tipos de cánceres en mujeres cada vez más jóvenes o los efectos secundarios que presentan algunos tratamientos quirúrgicos o farmacológicos sobre la fertilidad.

La cantidad y la calidad de los óvulos disminuye irreversiblemente a lo largo de la vida, lo que condiciona la fertilidad. A mayor edad, menor es la cantidad de óvulos susceptibles de ser fecundados y menor es también la calidad de los mismos. Sin embargo, hoy día, según afirma José López GálvezJosé López Gálvez, director de la Unidad de Reproducción de la Clínica HLA Vistahermosa, "es posible y sencillo preservar la fertilidad, vitrificando la cantidad de óvulos de calidad que se producen en fertilidad, para que éstos puedan fecundarse en el momento en el que se decide ser madre y evitar los problemas de la infertilidad que conllevan el retraso de la maternidad".

La mujer que quiere ser madre, pero decide retrasar su maternidad más allá de los 35 años, debe realizar un sencillo estudio de su reserva ovárica, entendida como la cantidad de folículos que hay en el ovario en un momento dado, y conocer la mayor o menor dotación folicular que tienen sus ovarios.

Las mujeres parten de un número cercano a 10 millones de folículos antes del nacimiento. Al nacer, el número se ha reducido a cerca de 1,5 millones y desciende a menos de la tercera parte en el momento de la primera menstruación. Hacia los 35-37 años, la reserva ovárica es de unos 25.000 folículos. El número de folículos con el que partimos y la velocidad a la que éstos se reducen es variable y no es igual en todas las mujeres. Pero no sólo influye la edad, sino hay que tener en cuenta otros factores que contribuyen a que la disminución de la reserva ovárica sea más rápida y deficiente como son cirugías, tratamientos quimioterápicos o tóxicos como el tabaco.

¿En qué consiste la prueba para conocer la reserva ovárica?

"Conocer en edad temprana la capacidad de reserva ovárica permite preservar una óptima cantidad de óvulos de calidad que tengan las máximas probabilidades desarrollar un embarazo evolutivo y poder optar a ser madre biológica de tus hijos. A día de hoy es frecuente que mujeres de edad avanzada acudan a nosotros para conseguir ser madres, y son muchas las que se lamentan de no haber tenido conocimiento de su reserva ovárica con anterioridad para poder prevenir su infertilidad. Como consecuencia tenemos casos que desisten después de varios intentos y otros que deciden optar por la ovodonación para conseguir un embarazo", apunta Carmen Avilés, Ginecóloga de la Unidad de Reproducción HLA Vistahermosa.

Para conocer la reserva ovárica de una mujer basta con realizar una sencilla prueba, en la que se analizan unos marcadores de medida concretos. Éstos son el recuento de folículos antrales, que se realiza con una sencilla prueba altamente fiable que consiste en una ecografía vaginal, y la determinación de la hormona Antimulleriana (AMH) y de la hormona foliculoestimulante (FSH), ambas implicadas en el desarrollo de maduración de los folículos en el ovario y que se analizan con un análisis de sangre.

Según explica la doctora Avilés, a partir de la menstruación ya se podrían realizar estas pruebas, porque en ese momento ya se detecta la hormona Antimulleriana. "Cuanto antes se realice mejor puesto que a partir de los 35 años la reserva ovárica y la calidad de los óvulos se ven reducidas considerablemente. Tiene más sentido hacerla a partir de los 25 años, ya que si nos estamos planteando preservar nuestra fertilidad cuanto antes lo hagamos más datos tendremos. Si resulta que nuestra reserva ovárica es baja hay que plantearse otros tratamientos que se podrían haber evitado de saberlo con más tiempo de antelación", subraya la especialista.

Asimismo, Avilés aclara que la vitrificación de los óvulos extraídos en edad fértil no garantiza una maternidad biológica, es decir con óvulos propios, ya que conseguir un embarazo depende también de otros muchos factores, como la calidad del semen o de cómo esté nuestro útero, entro otros; pero sí nos brinda una alta probabilidad de tener nuestros propios hijos. De aquí la gran importancia de conocer tu reserva ovárica y poder programar maternidad. Esta información te ofrece la libertad de poder tomar tus propias decisiones".