La localidad de Villena, situada entre tres comunidades autónomas: la valenciana, la castellano-manchega y la murciana, destila historia y patrimonio a lo largo de sus calles y plazas. Una riqueza para descubrir y disfrutar a la que se une una deliciosa oferta gastronómica oferta gastronómicay de enoturismo. Gachamiga, Gazpacho, Pelotas de relleno, Arroz y pata, sumándose unas apetitosas pastas tradicionales para deleite de los más variados y exigentes paladares.

Dominada por la silueta del Castillo de la Atalaya, cuyo origen se remonta a finales del siglo XII, también cuenta con otros lugares de alto interés como son sus museos (Arqueológico José María Soler, del escultor Antonio Navarro Santafé, Festero, Teatro Chapí, Cabezo Redondo, etcétera), recintos religiosos (Iglesia Arcedianal de Santiago, Santuario de las Virtudes, Iglesia de Santa María) y edificios singulares como el Palacio Municipal, la Casa de la Familia Selva, Palacio Mergelina, la Plaza Mayor o la de las Malvas.

Un gran espectáculo para los sentidos de los visitantes que puede tener el mejor colofón si se disfruta de sus Fiestas de Moros y Cristianos en el mes de septiembre. Una eclosión de alegría. color, música, diversión y pólvora que llena de júbilo cada rincón. Declaradas de Interés Turístico Nacional, estas representaciones se remontan a 1747 cuando la Virgen de las Virtudes fue proclamada patrona de la ciudad.