El diagnóstico de una enfermedad como el cáncer puede generar diversos cambios en el área personal, familiar, laboral y social. Pero no solo hace mella en la salud mental de la persona afectada, también sus familiares sufren el impacto que supone una noticia de este tipo.

Por si esto fuera poco, una vez pasado el impacto inicial, el proceso de la enfermedad y los distintos tratamientos que requieren su cura conllevan un desgaste que pueden reducir sensiblemente la estabilidad emocional de los pacientes. Como es lógico, todo ello se agrava en casos de pacientes en situación de final de vida, que requieren de acompañamiento psicológico para hacer frente al fatal desenlace de la dolencia.

Según Nuria Javaloyes, especialista en Psicooncología de la Plataforma de Oncología de Hospital Quirónsalud Torrevieja, «es aquí cuando la psicooncología juega un papel destacado, tanto en los pacientes como en los familiares, que también sufren los efectos negativos de esta dura enfermedad».

La Psicooncología es la especialidad de la psicología que ofrece soporte a los pacientes afectados de cáncer, a sus familiares y al resto de profesionales del equipo de oncología ayudando a manejar los cambios que se generan a lo largo de la enfermedad. La diferencia fundamental entre el psicólogo clínico y el psicooncólogo es que este último tiene conocimientos específicos sobre el cáncer, conoce las características específicas de la enfermedad y los tratamientos y está formado en las diferentes intervenciones psicológicas más eficaces para facilitar el manejo de los cambios producidos por la enfermedad oncológica.

Fases del proceso

La intervención del psicooncólogo depende de la evolución de la enfermedad, sin embargo podemos destacar diferentes momentos del proceso de enfermedad donde la intervención psicooncológica puede ser más necesaria:

Diagnóstico: Es un momento de incertidumbre donde el paciente y la familia pueden sentir un gran impacto psicológico y emocional, pueden aparecer emociones intensas como miedo, rabia, culpa etc. La intervención del psicooncólogo se centra en detectar las necesidades emocionales, psicológicas y sociales y orientarles en el manejo de las mismas, además de potenciar estrategias de afrontamiento adaptativas y mejorar la sensación de control personal.

Tratamiento: La calidad de vida del paciente puede verse afectada por los efectos secundarios de los tratamientos, cansancio, alteraciones de la imagen corporal, vómitos, disfunciones sexuales etc. La intervención de psicooncólogo en esta fase radica principalmente en potenciar estrategias de afrontamiento para facilitar la adaptación tanto del paciente como de la familia. Algunas de las intervenciones más eficaces en esta fase son el Counseling, la reestructuración cognitiva, la relajación y los grupos de apoyo mutuo entre otras.

En la Plataforma de Oncología existe un grupo de personas afectadas de cáncer que se reúnen semanalmente con el objetivo de compartir experiencias entorno al cáncer y contribuir a que, mediante el testimonio de personas que ya han pasado por el proceso oncológico, los que empiezan el suyo propio lo hagan de la mejor manera posible, reduciendo la incertidumbre y la sensación de soledad.

Fase libre de enfermedad: Los controles frecuentes y la amenaza de volver a presentar la enfermedad puede provocar problemas en la gestión del miedo. La intervención del psicooncólogo se centra en dotar de herramientas al paciente y a la familia para manejar adecuadamente este miedo manteniéndolo en niveles tolerables y adaptativos.

Supervivencia: En la vuelta a la vida "normal", a la cotidianeidad, pueden aparecer problemas de adaptación por las secuelas que ha dejado el proceso oncológico o por los cambios internos y externos que se han producido en el enfermo y también en la familia. Hay un antes y un después del cáncer y el psicooncólogo pude contribuir a que el paciente mejore su resiliencia es decir, a que después del cáncer la persona salga incluso fortalecida. Se puede vivir incluso mejor después de un cáncer.

Recidiva: En el caso de que la enfermedad regrese pueden aparecer un estado de choque emocional muy intenso, los síntomas de ansiedad y depresión pueden estar presentes en este momento. La intervención del psicooncólogo en esta fase se centra en abordar y tratar los síntomas que parezcan para conseguir la adaptación psicológica a la nueva situación.

Final de vida: En esta fase el objetivo es cuidar tanto al paciente como a la familia. Suelen aparecer emociones intensas como tristeza, agresividad, miedo etc. que generen un empeoramiento general de la situación. La función del psicooncólogo en esta fase se centra en contribuir a mantener y/o mejorar la calidad de vida, ayudar a controlar los síntomas físicos como ansiedad o dolor y dar apoyo emocional tanto al paciente como a la familia.