El glaucoma es la lesión de las fibras del nervio óptico producido por un aumento de la presión intraocular. Por ello en el calendario se dedica el 12 de marzo al Día Mundial del Glaucoma, fecha en la que el foco se centra sobre este grupo de enfermedades oculares progresivas y la importancia de su detección temprana, debido a la complejidad que supone su diagnóstico. Sin embargo, para el doctor José Luis Rodríguez, especialista en Oftalvist de glaucoma, "todos los días son el Día Mundial del Glaucoma", puesto que en su clínica siempre se les practica a todos los pacientes la prueba para detectar esta enfermedad, denominada screening básico.

El doctor Rodríguez asegura que "el glaucoma debería dolor mucho para poder notarlo". Esto se debe a que no presenta unos síntomas muy firmes, como la ausencia de dolor o enrojecimiento, además de que la visión se pierde de manera lenta y progresivamente, dificulta en gran medida su diagnóstico. Es por ello que muchas veces el paciente no sabe que tiene esta enfermedad hasta que ha avanzado mucho. Hay que recordar que las lesiones provocadas por el glaucoma son irreversibles, por lo que es muy importante la detección precoz acudiendo a una revisión oftalmológica con frecuencia, sobre todo en los casos de pacientes con antecedentes familiares de glaucoma.

El glaucoma, que afecta al 2% de la población, es una enfermedad crónica y universal, pudiendo aparecer a cualquier edad. Por este motivo, el riesgo de padecer glaucoma no está definido, ya que desde los niños más pequeños hasta los ancianos pueden sufrirlo. Sin embargo, existen unos parámetros bajo los que hay más posibilidades de padecerlo, como son los antecedentes familiares (aumentan hasta 10 veces el riesgo de padecer glaucoma), la diabetes, la miopía y la hipermetropía, el tratamiento prolongado con corticoides, o la exposición al sol.

Tratamiento del glaucoma

Cuando un paciente tiene la tensión alta lo primero que se debe decidir es si necesita tratamiento o no. El objetivo del tratamiento es frenar la progresión de la enfermedad disminuyendo el valor de la presión intraocular. Normalmente aplicando gotas una o dos veces al día podemos controlar los niveles de tensión ocular y cuando esto no es suficiente utilizamos tratamiento con láser o con cirugía. Al no tener síntomas hay ocasiones que el paciente no es consciente de su enfermedad y no es constante con el tratamiento, siendo ésta la primera causa de evolución de la enfermedad. El paciente debe ser consciente de que el abandono del tratamiento contribuye al progreso del glaucoma.

A través de un estudio oftalmológico general y una posterior prueba específica, llamada tomografía de coherencia óptica (OCT), se averigua cómo es el nervio óptico, cómo se desarrolla y ver su evolución, lo que permitirá realizar un seguimiento del glaucoma.

En Oftalvist los tratamientos que se aplican, al igual que el diagnóstico, están minuciosamente realizados y pensados para cada caso en particular, es decir, son tratamientos totalmente personalizados. Esta clínica oftalmológica utiliza pruebas y una aparatología muy específica y sofisticada, un tac de milésimas de milímetro del nervio óptico, a través de la cual pueden pesar, medir y ver el cambio del nervio óptico. Es de tal precisión, que el doctor Rodríguez afirma que "los especialistas en glaucoma son los únicos que pueden ver tu cerebro sin abrirte la cabeza".

Una actitud tranquila pero constante

El doctor Rodríguez aconseja a los pacientes con glaucoma que "mantengan la calma en todo momento. No es una enfermedad para angustiarse y se debe afrontar como un juego, donde a veces hay que recargar las pilas asistiendo a las revisiones del oftalmólogo".

Rodríguez se mantiene positivo ante esta enfermedad, a la que le quita hierro cuando tiene que comunicarla a alguno de sus pacientes. "Hay que explicarlo con palabras de calle y de una forma muy personalizada", comenta el doctor, quien asegura que "si el paciente hace el tratamiento correctamente tendrá una visión perfecta, puesto que el 90% depende sólo de él".