Desde que empezó la crisis han caído muchas empresas que años atrás iban bien. Los parados se cuentan por millones y cada vez son más los que buscan trabajo por cuenta propia, tanto en la red como offline.

Los llamados todoterreno hacen prácticamente cualquier cosa, impresiona la cantidad de servicios que ofrecen. Aun así no tienen mucho éxito, les cuesta demasiado tiempo y esfuerzo conseguir clientes de calidad que hagan funcionar su pequeño negocio. ¿Hay alguna fórmula para salir adelante?

La especialización sí funciona

Y un especialista no es alguien que hace mil cursillos, es quien sabe hacer una cosa, algo tan específico que le convierte casi en el único profesional en su terreno.

Un especialista puede demostrar que sabe de lo que está hablando y que su servicio tiene un valor añadido por el que vale la pena pagar más. Por eso lo que está triunfando hoy son los profesionales centrados en un aspecto casi único de su nicho de mercado. No les falta trabajo y por supuesto la crisis les afecta menos.

Para muestra un botón. La informática se divide en muchas ramas. Sería muy fácil ofrecer servicio integral de reparaciones, sistemas, páginas web, tiendas online, eliminar virus, vender componentes y ordenadores. Natan, de tecnicaseo.com se ha especializado en un aspecto muy concreto de las páginas web: el posicionamiento web. Aunque sería muy fácil decir "soy informático" o "hago webs", reducir los servicios ofertados le ha permitido destacarse como la persona adecuada para atender una necesidad concreta de cualquier tienda online. Además de ofrecer sus servicios a quien lo solicita, pone a disposición de sus lectores formación muy específica relacionada con el mundo web y el ecommerce.

Pero la especialización no se limita a profesiones ya de por sí con casi infinitas posibilidades. Por ejemplo, la ex gimnasta Lorena Ruiz fundó MundoCrystal al poco tiempo de convertirse en entrenadora: Ofrece un servicio exclusivo de confección, diseño y pintado a mano de maillots y vende cristales especiales para coser en los equipos de entrenamiento para gimnastas y patinadores. A priori podría parecer que una entrenadora solamente podría enseñar gimnasia, pero su encuentro con el mundo de la decoración le ha abierto la posibilidad de ser la primera en ofrecer algo tan especifico que puede permitirse rechazar proveedores para entregar un producto de primera calidad con un servicio único.

¿Resultados? Su último campus al que ha tenido el lujo de traer a la gimnasta Lidia Redondo (Diploma olímpico en Londres 2012 y Oro en el preolímpico de Londres) ha vendido todas sus plazas en menos de 15 días.

Otro ejemplo es Josué, de Naranjas la Ribera, que nació a partir de un negocio offline. Durante su primer año se centró en la venta de naranjas y cítricos valencianos única y exclusivamente en una reducida zona de Madrid. Solamente vendía naranjas y solamente repartía en una población. Con este nivel de especialización ha podido reducir costes en transporte y además se ha ganado la confianza de sus clientes al entregar un producto de una calidad difícil de encontrar. El hecho de no tener campos propios podría parecer un inconveniente, pero ha convertido en una ventaja el poder seleccionar las mejores naranjas de la zona en lugar de verse limitado a vender su propio producto, y ahora ha podido abrir una tienda donde ya envía a toda España y parte de Europa.

Y no solo hablamos de emprendedores, sino que la gran marca de coches eléctricos Tesla es conocida precisamente por no fabricar otra cosa que no sean vehículos eléctricos. Cuando otras marcas intentan avanzar hacia el futuro, Tesla ha establecido que su marca funcione solamente con potentes baterías, convirtiendo su nombre en referencia.

Hacer de todo no es la solución

El razonamiento podría sonar lógico: cuantos más servicios ofreces, más posibilidades tienes de que alguien te contrate. Pero la experiencia demuestra que para superar la crisis a nivel personal o empresarial no hay que hacer de todo un poco: hay que especializarse.

Con la llegada de los malos tiempos la sociedad ha cambiado, y con ello también ha cambiado la forma de consumir. Antes la gente gastaba su dinero con mucha facilidad, las compras eran casi impulsivas. Prácticamente lo único que miraba era el precio y no le importaba demasiado a quién le compraba. En teoría la competencia aseguraba hasta cierto grado la calidad y todo se daba por bueno.

Sin embargo ahora la gente se fija en más aspectos, no solo en el precio. Le da miedo comprar un producto o contratar un servicio que a fin de cuentas no sirve para nada. Quiere hacer una inversión segura y está dispuesta a pagar más con tal de asegurarse el éxito. Necesita alguien con buena reputación como profesional, alguien que le inspire confianza; necesita un especialista.

En todas las profesiones hay nichos de mercado por explotar. Ya se trate de un negocio online, offline o una combinación de ambos? La fórmula para salir de la crisis es la especialización.