El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a La Moncloa, Mariano Rajoy, arrancó su particular campaña electoral en una visita en la tarde de ayer a la provincia de Alicante. El dirigente popular, que hizo parada en la Lonja de Santa Pola y en el Club Náutico de Torrevieja -dos antiguos feudos del PP en el sur de la provincia, hoy gobernados por la izquierda gracias a pactos a varias bandas-, apeló al voto útil para evitar que un pacto de «radicales» coja el timón del gobierno nacional tras las elecciones del 26-J.

Rajoy aprovechó su presencia en la provincia para recordar que los populares fueron los más votados en las pasadas municipales en Alicante -a donde Rajoy llegó en AVE procedente de Madrid-, en Santa Pola -su primera parada de la jornada de ayer, en la que asistió a una subasta de pescado- y en Torrevieja -lugar escogido para celebrar el mitin de la jornada-, aunque acuerdos entre otras formaciones alejaron hace un año al PP de esos gobiernos locales, hoy en manos de la izquierda. Rajoy no quiere que esa situación se traslade a nivel nacional, ante la dispersión del voto que estiman todos los sondeos electorales. Ése fue el principal mensaje que el dirigente popular quiso trasladar en la jornada de ayer en Alicante. De hecho, así arrancó su discurso en el Club Náutico. «En Alicante, ganamos, también en Santa Pola y aquí en Torrevieja, pero en ninguno de estos municipios gobernamos porque todos los demás partidos, incluido Ciudadanos, se unieron para evitar que gobernara el que la gente quería», afirmó Rajoy ante un millar de simpatizantes, que lo recibieron al grito de «presidente, presidente», mientras retumbaba el himno clásico del PP (la nueva versión, de ritmo latino, se escuchó como colofón del acto, en el que también intervinieron la presidenta regional del PP, Isabel Bonig, el ministro de Exteriores y candidato por Alicante, José Manuel García-Margallo, y el presidente provincial, José Císcar).

Pero a Rajoy no le bastó con recordar un pasado reciente en los tres municipios alicantinos por los ayer pasó, sino que alertó de lo que puede suceder en apenas dos semanas, ya a nivel nacional. «Votar al PP es votar seguro porque todos saben lo que vamos a hacer. Nosotros vamos a respetar la voluntad de los españoles porque eso es la democracia», prosiguió el candidato popular a la reelección, para asegurar a continuación que «votar al PP es lo útil para evitar el extremismo y el radicalismo». Eso sí, no dio nombres ni partidos.

El jefe del Ejecutivo en funciones incidió en que el objetivo del PP tiene que pasar esta campaña por explicar a los ciudadanos el «peligro» que supone apostar por un gobierno «a la griega», en referencia a Podemos; el «peligro» que implica apostar por los que «generaron la mayor crisis», en alusión al PSOE; o el peligro que supone apoyar a «todos aquellos que no han gestionado nada nunca». Según su criterio, para ser presidente del Gobierno, los candidatos tendrían que haber sido «al menos» concejales. «Ninguno ha sido nada», recordó Rajoy, provocando uno de los aplausos más intensos de la tarde en Torrevieja.

Ese «voto útil» al que ayer apeló el presidente del Gobierno en funciones durante su visita a la provincia mantiene la línea del mensaje del «miedo» que los populares quieren hacer llegar a los ciudadanos para marcar distancias con el resto de formaciones, sobre todo con Podemos, a quien consideran -o esa imagen transmiten- su principal rival ante el 26-J.

También, en positivo

Con todo, el candidato popular también quiso poner en valor su trayectoria al frente del Gobierno de España durante los últimos cuatro años, y sobre todo puso sobre la mesa sus ejes para la próxima legislatura. «De rescate ya no se habla en España y somos el país que más crece en la Unión Europea. El PP abandera el futuro con un proyecto de moderación, de estabilidad política y social», añadió el dirigente, quien tiró del lema de campaña de los populares -«A favor»- para hablar «en positivo», cambiando el tono inicial de su intervención. Rajoy marcó como prioridades la creación de empleo, las pensiones, los servicios sociales, la educación y la sanidad, junto a la unidad de España. «Vamos a apostar por el empleo, por las infraestructuras, por el agua y por una financiación autonómica lógica, sensata y razonable para atender los servicios públicos», puntualizó Rajoy, quien volvió a exhibir su compromiso con la educación concertada frente a «aquellos que quiere liquidarla», en alusión al Consell de izquierda salido del Pacto del Botánico. Sobre el empleo, el candidato volvió a prometer la creación de dos millones de puestos de trabajo durante el próximo mandato, a razón de medio millón al año. «Se puede hacer», subrayó convencido.

De la provincia, Rajoy dijo lo justo, aunque destacó la «muy buena» dotación presupuestaria que el Gobierno central ha destinado al «reto» del Corredor Mediterráneo. También resaltó las exportaciones alicantinas y el turismo.

No está previsto que Rajoy vuelva a la provincia antes del 26-J. Sí estará en Valencia el 24 de junio, durante el cierre de la campaña.