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Entre la participación y el voto útil

Los emergentes apelan a una alta afluencia de electores a las urnas como garantía del cambio y de la caída del bipartidismo

Pedro Sánchez con Puig en Valencia. T.Sevilla/Arjones

Una lucha entre el aumento de la participación y el voto útil. Así enfilan los principales partidos la recta final de una campaña electoral marcada por la presencia, nuevamente, de los grandes líderes políticos en la Comunidad en la que todo está en juego y nada decidido: las encuestas reflejan que las cuatro fuerzas con más opciones están en un pañuelo. Por apenas un puñado de votos pueden acabar primeros o cuartos en la Comunidad. Y eso es una gran novedad en relación a una escena electoral que el PP dominó a placer durante las últimas dos décadas y media con los socialistas casi como principales acompañantes en Madrid. Así que las dos fuerzas emergentes -Ciudadanos y Compromís/Podemos- están intentando espolear a sus bases para apelar a la movilización -especialmente de los jóvenes- como garantía definitiva de la caída del bipartidismo mientras, en el lado contrario, los populares se están vendiendo como la alternativa «solvente» para la mejora económica y los socialistas, en un mensaje casi a la desesperada, como los únicos que pueden acabar expulsando a Rajoy de La Moncloa.

La carrera electoral ha llegado a los últimos días de campaña con el Partido Popular, casi seguro la lista más votada pero sin mayoría absoluta, intentando obtener el mejor resultado posible en las grandes circunscripciones -como Alicante o Valencia- para conformar un grupo parlamentario lo más amplio posible. La cúpula del PP continúa con sus actos de movilización moderada para animar sólo a sus huestesmovilización moderada , como admiten su alto mando, muy tocada después de haber perdido gran parte del poder municipal y la Generalitat hace unos meses. La formación ha empezado a «tirar» en la campaña, incluso, del presidente de la Diputación, César Sánchez, el único que tiene capacidad y presupuesto para realizar promesas. Ayer, de hecho, el titular de la institución provincial y alcalde de Calp se dejó ver en los actos de la agenda junto a José Císcar, presidente del PP. El número uno de los populares por Alicante, José Manuel García-Margallo, trata de ofrecer la imagen de que la gestión de Rajoy -de vuelta a la Comunidad para el cierre de campaña en Valencia- es la única que puede completar la salida de la crisis, advierte de las maniobras de los socialistas con pactos a varias bandas, reclama que se respete a la candidatura más votada y se ceba con Ciudadanos para intentar la fuga de votos de electores del PP desencantados.

Los socialistas, por su parte, van a concentrarse en percutir con una clara apelación al voto útil, último cartucho para salvar los muebles. «Salimos a por todas el 20 de diciembre. Somos la garantía de que Rajoy no salga al balcón del PP con sonrisa victoriosa. Los últimos días están suponiendo un importante impulso para nuestra campaña, que en esta última semana se concentrará todavía más en la provincia de Alicante», lanzó ayer como mensaje el número uno socialista, Julián López Milla, para intentar animar a la tropa del PSPV-PSOE. La formación que lidera Pedro Sánchez -de ruta mañana por la provincia con actos en Alicante y Elche para intentar apuntalar un tercer escaño que está en el aire para la lista alicantina- tiene un objetivo claro: frenar a Compromís-Podemos en la Comunidad Valenciana para evitar la inestabilidad del Consell que encabeza Ximo Puig; e intentar, al tiempo, controlar esa recuperación que reflejan las encuestas para la formación de Pablo Iglesias en el resto de España.

Con ese panorama, por contra, las dos candidaturas «emergentes» apelan a la participación, especialmente, de los jóvenes para intentar confirmar las expectativas de modificación total del sistema de partidos. Máxime cuando, en estos momentos, el volumen total de indecisos aún se sitúa por encima del 30%. Fuentes de Ciudadanos, por ejemplo, apuntaban ayer que una afluencia a las urnas por encima del 80% llevaría a los colegios electorales a colectivos identificados con un cambio. Y, por eso, la formación de Albert Rivera -como el propio líder de C's lanzó en varias entrevistas radiofónicas- intentará sacar gente de la abstención para intentar combatir esa cierta sensación de estancamiento y de ir perdiendo fuelle que Ciudadanos está trasladando en la recta final de esta campaña electoral que finaliza el próximo viernes. La candidatura de Compromís-Podemos, por su parte, trasladó ayer sus propuestas al Consell de la Joventut de la Comunitat Valenciana y hoy recibirá el respaldo de los grupos «verdes» con un apoyo explícito del primer edil de Villena, Francisco Javier Esquembre; del exalcalde de Orihuela, Monserrate Guillén; y de altos cargos de la conselleria de Medio Ambiente. La formación prepara un cierre de campaña con Pablo Iglesias y Ada Colau compartiendo escenario con Mónica Oltra en Valencia. Todos ya pendientes de las urnas del 20D.

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