Los sindicatos anhelan cumplir un sueño: que los buenos datos de ocupación de Benidorm y por extensión de la Marina Alta se traduzcan ya no sólo en más empleo sino también en empleo de calidad. Por ahora no ha sido así. El paro sigue apretando fuerte en la provincia. Y Benidorm, como meca del turismo, constituye un buen ejemplo: hace ahora cuatro años, la ciudad tenía 6.576 parados. Un cuatrienio después, esa cifra ha bajado algo, pero evidentemente no lo suficiente: son 6.385 las personas que siguen guardando cola en las oficinas del desempleo.

Además y según UGT, el trabajo que sí hay en la hostelería es muy precario: muchas horas y pocos derechos. Para el representante del sector en esa central, Tomás Hernández, dos son los factores que explican esta coyuntura: el primero obedece a un Gobierno que no se examinará ante las urnas en este mes de mayo pero sí durante este año, el de Mariano Rajoy y su reforma laboral «que favorece a los empresarios». El segundo, la actitud que estos últimos mantienen ante el mercado laboral. Hernández pone ejemplos: asegura por ejemplo que según el convenio un camarero de cuatro estrellas debe cobrar 1.139 euros al mes; pero que ahora y por los dos factores antes descritos, muchas empresas contratan a discreción para ese puesto trabajadores en periodo de formación y aprendizaje a los que han de pagar sólo 764 euros.

UGT también asegura que los hoteles han ido reduciendo sus plantillas para hacer frente a la misma carga de trabajo, un dato en el que tradicionalmente han discrepado con Hosbec. Esta última patronal señaló que al finalizar 2014 trabajaban en establecimientos hoteleros de Benidorm 4.783 personas.

Según Hernández, esta situación de precariedad se extiende a otros segmentos turísticos, como restaurantes y cafeterías, donde empleados con un contrato de 4 horas llegan a trabajar hasta 12 con un solo día de descanso a la semana. Vienen a cobrar entre 800 y 1.000 euros. «Gran parte, en negro o bien incluyendo en esa cifra las vacaciones, el prorrateo y el finiquito».

En clave más local, el secretario de Relaciones Institucionales de ese mismo sindicato, Francisco Ruiz, alaba los planes de formación diseñados por el gobierno de Agustín Navarro en este mandato, pero se queja de que los mismos no hayan contado con presencia sindical. Hay otros organismos del sector, como la Fundació Turisme, en las que tampoco están las centrales. Por cierto, que para Ruiz otro síntoma positivo de esta legislatura ha sido el saneamiento de cuentas municipales que ha llevado a cabo la edil de Hacienda, Natalia Guijarro; al respecto mostró su decepción porque Guijarro no vaya a repetir en el próximo mandato como regidora.