El debate celebrado ayer en informacióntv entre los seis alcaldables de los partidos a los que las encuestas les conceden opciones de representación en el Ayuntamiento de Alicante ha dejado clara la predisposición a pactar por parte de la izquierda para apartar del poder al Partido Popular.

El discurso del cambio necesario ha estado en todo momento en boca de los candidatos, a excepción de la popular Asunción Sánchez Zaplana, que ha apelado a la "seguridad y confianza de un gobierno serio y estable" frente al "no sabemos qué, ni quién va a pactar con quién".

La alcaldable del PP, vestida hoy de color rosa chicle, poco expresiva y siempre con un tono monocorde, ha mantenido el tipo pese al chaparrón de críticas y reproches vertidos por sus adversarios durante los 90 minutos que ha durado el debate. Lo ha hecho echando mano del guión marcado por Génova para esta campaña electoral, esto es, que el PP "nos ha sacado de la crisis" y reiterando argumentos como que "la corrupción es de las personas, no de los partidos".

Situado enfrente de ella, el socialista Gabriel Echávarri, el único con corbata, demasiado rígido y poco protagonista para ser el candidato del otro partido mayoritario, ha señalado que el 24M estamos ante una "oportunidad histórica"; ha asegurado que "el cambio solvente, seguro y sin rencores lo podemos hacer sólo nosotros" y ha acabado su intervención usando el lema de campaña de Compromís al instar a los ciudadanos a votar "con valentía".

Al lado de Sánchez Zaplana, el alcaldable de UpyD, un Fernando Llopis al que se le ha visto muy cómodo ante las cámaras, repartiendo con gracejo dardos a unos y a otros por igual, y cuyo mensaje se ha fundamentado, por un lado, en la reivindicación de lo que ha aportado y propuesto su formación durante esta legislatura, y por otro, en que lo primordial ahora es poner siempre a Alicante por encima de los intereses de los partidos con "sentido común, honestidad y trabajo".

Delante de él se sentó Miguel Ángel Pavón, el candidato de Guanyar Alacant, que se ha mostrado con su traje habitual de acoso y derribo contra el PP, al tiempo que ha señalado que "existe una pulsión de cambio que queremos y podemos encauzar". El portavoz del grupo municipal de EU ha recordado que gran parte de la culpa de que Sonia Castedo ya no esté al frente del Ayuntamiento es de la "importante labor de oposición" de su formación.

A la derecha de Pavón se ha ubicado el alcaldable de Compromís, Natxo Bellido, que ha sorprendido a propios y extraños con una actuación enérgica y contundente, alejada de su timidez y discreción habituales. "Hemos trabajado más y mejor que algunos de los partidos con representación municipal", ha afirmado, para luego añadir que "aunque la cosa no se va a solucionar de un día para otro, sí se puede gobernar mejor y nosotros somos la garantía del cambio".

Por último, frente a Bellido se sentó José Luis Cifuentes, el candidato de Ciudadanos, quien, a raíz de los buenos resultados que le auguran las encuestas, se ha gustado en el papel de la chica guapa a la que todos le tiran los tejos en la discoteca, dejándose querer e incluso llamando la atención de quien no le hace mucho caso. Ha animado a los votantes a "no ser conservadores ni caer en la indiferencia" y ha sostenido que "ninguno confiamos en el PP". Eso sí, anduvo poco fino a la hora de exponer propuestas concretas para la ciudad y se le vio más preocupado por los posibles pactos postelectorales.

El debate, presentado y moderado por Laura Millán y Marco Martínez, ha constado de tres bloques temáticos de media hora de duración cada uno:

MEDIDAS PARA SACAR A LA CIUDAD DE LA CRISIS

Abrió fuego Cifuentes con un chiste sobre el PP ("si estos días te llega un sobre a casa no te hagas ilusiones, es propaganda electoral"), que dijo que tendría gracia de no ser porque Alicante es hoy una ciudad de "oportunidades perdidas", razón por la que hay que "cambiar a las personas que gobiernan y la forma de gobernar".

Bellido, que inició su intervención mezclando durante unos segundos el valenciano y el castellano, habló de Alicante como una ciudad "descosida por la crisis" y abogó por generar igualdad, aumentar el presupuesto destinado a Bienestar Social y crear un observatorio de la crisis.

Quiso Llopis cambiar el color oscuro del cuadro y habló de lo que "le gusta" de Alicante. A su juicio, el futuro pasa por aprovechar sus posibilidades potenciando el turismo, recuperando la industrialización, ofreciendo una mejor calidad de vida y modernizando la administración.

Pavón acusó al bipartidismo del PP y el PSOE de haber "golpeado" a la ciudad y lamentó que en los 20 años de gobierno de los populares no se ha hecho más que "recortar y saquear", por lo que urge "cambiar ya las políticas sociales para responder al interés general".

"Alicante saldrá de la crisis cuando lo hagan sus ciudadanos y, para eso, deben tener un puesto de trabajo", subrayó Gabriel Echávarri, partidario de apoyar la creación de empresas y de reducir en un 1% las partidas de gastos de la Administración.

Sánchez Zaplana dedicó sus primeras palabras a mostrar su tristeza por la nueva víctima mortal por la violencia de género en Dénia. Cimentó luego su discurso en su amor por Alicante, recordando que en 1999 había chabolismo en la ciudad, que carecía de centros de atención a las personas sin hogar y centros sociales y que, hoy, "el AVE llega a Alicante gracias al PP y 12 familias alicantinas logran cada día un empleo". "¿Errores? Sí, pero se ha gobernado con decisión y Alicante está ahora a la vanguardia de Europa", subrayó.

Pavón recriminó a Sánchez Zaplana el recorte del 23% en los presupuestos de Acción Social, "consecuencia de la nefasta gestión económica del PP", dijo. Se sumó al ataque Natxo Bellido, acusando a los populares de "haber saqueado las arcas públicas". "Nada más lejos de la realidad", se limitaba a repetir una y otra vez la alcaldable del PP. Mientras tanto, el candidato de Ciudadanos tendía la mano a Pavón y valoraba como interesantes las propuestas económicas de Echávarri.

El aspirante socialista a la Alcaldía matizaba que él aportaba medidas y cómo hacerlas. En este sentido, se desmarcaba con el anuncio de que, si ganan las elecciones, pedirá a la Generalitat que ceda al Ayuntamiento la gestión -que no la financiación- en materia de políticas sociales.

Llopis rebajaba la tensión vivida en los instantes previos agradeciendo a Sánchez Zaplana que su Conselleria fuera como Lourdes porque entra gente con un grado de discapacidad y sale con uno menor para pagarles menos. Acto seguido, tachaba de "cambalaches socialdemócratas" las propuestas planteadas por Echávarri y se enzarzaba con él en una discusión sobre la viabilidad de las mismas.

El portavoz de EU, por su parte, abogó por un rescate progresivo de las contratas municipales, muchas de las cuales, recordó, están en manos de Enrique Ortiz, y recogiendo el guante lanzado antes por Cifuentes, le emplazó a que opinara sobre este tema, algo que hizo sin aclarar bien su punto de vista, más allá de que "lo que queremos es que funcionen bien, al margen de si son públicas o privadas".

La tensión de este bloque temático se acrecentó a raíz de que Sánchez Zaplana afirmara que las cuentas del Ayuntamiento están saneadas. El resto de los candidatos se le echaron encima. Pavón habló de "ruina" y acusó al gobierno municipal de "gastar en obras electoralistas y no en lo que de verdad la gente necesita". Bellido también fue categórico: "Es mentira que estén las cuentas saneadas. Aquí no se mueve un euro sin permiso de Montoro". Ante la cantidad de balas en el aire, la candidata del PP optó por desviar el tema: "Ustedes no van a llegar a gobernar", le espetó a Bellido tras mostrar éste su inquietud sobre posibles facturas en los cajones.

Echávarri trató de reconducir el debate hacia ese escenario incómodo para Sánchez Zaplana: "Es una broma decir que esté saneado y que haya empleo". Pero se topó con uno de los momentos más jocosos del debate cuando Llopis se dirigió a él, a Bellido y a Pavón como el "trío chavista". El portavoz del grupo municipal de EU contraatacó diciendo que los de enfrente eran "el PP y sus marcas blancas". Así finalizó el primer bloque.

URBANISMO Y MODELO DE CIUDAD

"Es vital equilibrar la ciudad y saber a qué aspiramos los próximos 30 años". Así comenzaba su intervención sobre el problema urbanístico el candidato de Compromís, quien defiende que es necesaria "una seguridad jurídica para que las empresas apuesten por la ciudad y alejarse de la especulación". En este sentido, Bellido cree que es imprescindible el diálogo de la ciudad y el Puerto, la cooperación con Elche y la alianza con la Universidad de Alicante. "Las políticas locales solas no valen porque somos un área metropolitana", insistió, para sacar a colación enseguida el problemático macrocentro de Rabasa, detrás del cual, apuntó, "está el insaciable", en alusión a Enrique Ortiz.

Echávarri ve una ocasión única al coincidir el inicio de una nueva Corporación con la necesidad de un nuevo PGOU, que "determinará cómo vivirán nuestros hijos". El socialista habló, entre otras medidas, de ir de la mano del Polígono Industrial de Elche y "aprender de los que lo han hecho bien".

Para Pavón es ineludible "pasar página de la época negra que han supuesto estos 20 años del PP, cuyo modelo han sido los pelotazos de Ortiz con el resultado conocido". Citó entre sus propuestas una estrategia urbanística definida a largo plazo y contando con la participación de la ciudadanía; integrar la ciudad y el Puerto sin actuaciones contaminantes para los vecinos y un gran parque litoral.

Sánchez Zaplana se jactó de que "como veo, todos hayan leído el Plan Estratégico de Alicante 2020" que se ha trabajado desde el Ayuntamiento. "Esta ciudad es única e increíble y los alicantinos la hacemos así", concluyó tras enumerar algunas actuaciones de un plan "nacido del consenso y el trabajo, abierto y participativo y para el que se ha contado con todos".

Cifuentes puntualizó que él también está orgulloso de la ciudad, "de lo que no lo estoy es de sus dirigentes". "El Plan de Competitividad no es del PP, sino de aportaciones hechas por distintos agentes", precisó el candidato de Ciudadanos, que recordó que "hay otra universidad -la de Elche- con la que necesitamos colaborar también".

Llopis, por su parte, dijo estar harto de que Alicante "sea la ciudad de los casis: tengo esto casi terminado, tengo lo otro casi hecho...", y acusó al PP de "agachar la cabeza ante Valencia". A su juicio, el nuevo gobierno municipal debe ser más reivindicativo con Valencia para lograr "mejores accesos, un nuevo PGOU, el soterramiento de las vías con consenso, etc...".

El alcaldable socialista indicó que el Plan de Competitividad lo pagó el Ayuntamiento con un gran fallo "al copiar la consultora el de Ávila, que no contempla colaboración con otros pueblos y, en el caso de Alicante, hay que ser más ambiciosos y sin ir contra nadie". Echávarri comentó que turismo y comercio son dos pilares clave para salir de la crisis de forma inmediata y habló de "turismo de running, gastronómico, de congresos..." así como de "promocionar Alicante fuera de la ciudad, cosa que no se está haciendo". Llopis, irónico, le dio las gracias "por hacer suyas nuestras propuestas".

Pavón opinó que el citado documento se queda corto "al no incorporar parámetros ambientales y de sostenibilidad" y dijo que si gobierna su coalición hará de las Lagunas de Rabasa un paraje natural municipal, "algo que ustedes (los populares) no hacen por los intereses de Ortiz".

Sánchez Zaplana trató de quitarle el balón de los pies al candidato de Guanyar Alacant afirmando que "estamos hablando del futuro de Alicante y Pavón se va al pasado". "Alicante no es un cero a la izquierda, tiene un vivero de empresas que está al 100% de ocupación, por lo que nuestro programa propone ampliarlo a la zona del Matadero. Nosotros apostamos por la tecnología y la innovación".

Bellido la acorraló al preguntarle insistentemente, sin obtener una respuesta satisfactoria, dónde estaba el parque logístico que Fabra y la ministra de Fomento prometieron hace un año. "Estamos hartos de no pintar nada en Valencia y en Madrid. Ustedes han sido mudos ante la corrupción y ante la discriminación de Alicante", apostilló el de Compromís. La candidata popular trató de glosar ejemplos de inversiones, como las obras antirriadas, pero Bellido le replicaba con la carencia de zonas verdes y el descuido en el patrimonio arquitectónico.

Pavón insistió una vez más en que el bipartidismo "ha evitado muchos proyectos en la ciudad", tachando, por ejemplo, de "vergonzosa" la falta de conexión ferroviaria con el aeropuerto o el aislamiento de la OAMI, "sin un mísero carril bici".

Echávarri se desmarcó con la iniciativa de usar el edificio de la Cámara de Comercio para intercambio de empleo por alquileres para los jóvenes que monten start-ups, algo que Cifuentes vio "interesante", pero que Llopis no consideró viable porque, entre otras cosas, "la Cámara no es tan grande".

El alcaldable de UpyD se declaró partidario de "pequeñas propuestas pero realizables, que son las que hacen mejorar la vida del ciudadano", como unas pistas deportivas "low cost" que se instalaron a propuesta suya en Benalúa, señaló.

La alcaldable popular acusó a Llopis de "no conocer las inversiones" realizadas y éste le lanzó una directa: "Si vives en Valencia... ¿De verdad no ves lo poco que se invierte en Alicante?". A lo que Sánchez Zaplana volvió con lo de las 12 familias que encuentran cada día trabajo, el récord de tráfico aéreo en el aeropuerto, los cruceristas, etc...

REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA

"Aquí no hay manzanas podridas, sino que es el cesto el que está podrido". Así de gráfico arrancó Natxo Bellido su turno en el tercer y último bloque. "Debemos apostar por la transparencia y la proximidad; el Ayuntamiento debe ser de cristal", explicó el alcaldable de Compromís, convencido de que es preciso dar paso a "gente nueva" y "reformar la Ley de Contratos tras 20 años de saqueo sistemático de las arcas públicas".

Pavón, en su salsa: "El PP y usted, señora Sánchez Zaplana, han tolerado que Castedo siguiera en la Alcaldía pese a sus imputaciones, con el daño que eso ha hecho a la ciudad". "Debemos revertirlo con transparencia y participación ciudadana, acabar con la opacidad", agregó, para después recordar que "nos dificultan hasta el acceso a la información del registro del Ayuntamiento".

Sánchez Zaplana, que sabía que en este bloque se iban a cebar contra ella, quiso acallar las críticas mostrando un documento firmado por los miembros de su candidatura en el que se comprometen, mediante una declaración jurada, a dejar su escaño si se ven envueltos en escándalos de corrupción. Como quiera que el citado papel no fue muy tomado en consideración por los rivales, la candidata popular entonó el ya conocido "la corrupción es de las personas, no de los partidos".

El aspirante de Guanyar Alacant fue gráfico: "En su partido es que es sistemático: Ripoll, Carlos Fabra, Rus, Gürtel, Brugal... Ustedes no tienen ninguna credibilidad en la lucha contra la corrupción. Han mantenido dos años en la poltrona a una alcaldesa gravemente imputada y eso les va a pasar factura". Fueron los momentos en los que Sánchez Zaplana se vio más acorralada.

Echávarri, tras nombrarle el caso de Andrés Llorens, del que la popular se quiso desentender al no ir en su lista, dijo que lo importante en el tema de la corrupción es "prevenirla", ya que cuando explota un caso "hemos perdido todos". Así, el socialista propone modificar el reglamento orgánico del pleno municipal para dejar sin empleo y sueldo a los imputados o investigados judicialmente por malversar lo p mientras se sustancia la causa.

Llopis sacó pecho de propuestas de su formación relacionadas con este tema, como la moción que pidió que no hubiera imputados en las listas y que Castedo se vio obligada a apoyar, y concluyó que "si se conoce lo que se hace, se vuelve más difícil que haya corrupción".

Cifuentes intervino para deducir que "si el PP reconoce que hay necesidad de transparencia en la administración es que admite que no lo han sido; y sobre que es de personas, no sólo ha habido un caso sino muchas, lo que nos lleva a preguntarnos qué hacían los que han firmado esos documentos cuando se conocían los casos de corrupción: mirar hacia otro lado o no enterarse, que no sé qué es peor".

Sánchez Zaplana reiteró la paternidad popular de las leyes de transparencia, tachó a Alberto Fabra de "implacable" contra la corrupción y quiso "contentar" a su látigo Pavón informándole de que en su programa incluyen que en las mesas de contratación haya sólo técnicos, no políticos.

Llegó, por fin, uno de los momentos más esperados del debate: hablar de la ruptura del bipartidismo y los posibles pactos y formas de gobernar que se presentan tras la cita con las urnas del próximo día 24. Una oportunidad de destapar cartas y resolver incógnitas que no todos aprovecharon.

Cifuentes partió de la base de que "pactos generales no haremos, en principio. Llegaremos a acuerdos sobre temas concretos y miro al que nos excluye de partida", en alusión a Pavón. El candidato de Ciudadanos dijo que "nos sentaremos y hablaremos con todos los que quieran". Preguntado por el presentador sobre si apoyará a la lista más votada, Cifuentes no aclaró mucho: "Depende de cuántos votos obtenga y de las personas de la candidatura". Dijo que nunca ha confiado en aquello de "más vale malo conocido..." y abiertamente declara que cree que el PP debe regenerarse en la oposición, aunque el PSOE "lleva 20 años regenerándose...".

Pavón dirigió su mirada a Sánchez Zaplana y le soltó: "Van a perder la mayoría absoluta y van a perder las elecciones. Ustedes merecen pasar a la oposición. Ya les vale". Y, por lo que a su formación se refiere, dijo taxativamente que "nunca favoreceremos a ningún gobierno del que forme parte el Partido Popular". Respecto a los posibles acuerdos, matizó que serán "programáticos" y que la última palabra la tendrá siempre la asamblea de Guanyar Alacant. Al guante de Cifuentes contestó con un "habrá acuerdos puntuales en donde estemos de acuerdo", lo que "alegró mucho" al de Ciudadanos.

Echávarri destacó que "Alicante quiere cambio" y, dirigiéndose también a Sánchez Zaplana, señaló que "ustedes deben regenerarse en la oposición". "No podemos pasar de Sonia a Suni. Estoy preparado para gobernar", aseguró el socialista, que mandó una indirecta a Ciudadanos por su indefinición sobre sus preferencias a la hora de pactar. "O se está con el cambio o se está contra el cambio", incidió el socialista, para quien dejar gobernar a la lista más votada es "ser tapón y no motor del cambio", en alusión a Ciudadanos. "El día de las elecciones hay que tener altura de miras y no vale ponerse de perfil", sentenció.

Natxo Bellido, que aprovechó el momento para repartir a sus adversarios el programa electoral de Compromís, fue rotundo y duro: "Por nosotros el PP no tendrá la Alcaldía. Creemos que es mejor enviarles al rincón de pensar, que puede estar en la partida de Fontcalent...". A Ciudadanos le instó a que "elija lo que ponemos ahí -en el programa- o repase en la hemeroteca los últimos 20 años del PP".

Fernando Llopis coincidió en que es necesario un cambio en Alicante y ve bien que sea sin mayorías absolutas. En este punto, el candidato de UpyD espera que haya acuerdos y no ocurra como en Andalucía. "Consenso y trabajo para poner los intereses de los alicantinos por encima de los de los partidos", proclamó.

Sánchez Zaplana lamentó que vayan "todos contra el PP", lo que calificó como actitud poco democrática. "Todos tienen claro que el PP no obtendrá la mayoría absoluta, cosa que yo les discuto", dejó caer. La alcaldable no entiende que se rechace de antemano cualquier tipo de relación con un partido que "ha dado estabilidad al Gobierno y nos ha puesto en la senda de la recuperación económica". "El PP ha sabido trabajar y ustedes no tienen experiencia de gestión en esta ciudad. Además, no dicen con quién van a pactar, ¿quién va a gobernar aquí?", concluyó la candidata.